| ||||||||||||||||||||||
Este presidente nuestro cacarea más que una gallina descontrolada, pero está muy lejos de ser burro de carga porque no asume responsabilidades. Eso sí, por su mala conducta y sus mentiras cada lunes y cada martes, nadie duda de que es un buen punto filipino. Incluso, hasta podemos decir que es un bribón de siete suelas; es decir, es un pícaro y un bellaco, y no por ello deja de ser un psicópata cuyo campo de desenvoltura es la estratagema y el maquiavelismo.
Como bien sabe quien me lea, no sólo mantengo bastantes discrepancias con Podemos por sus posiciones políticas. También, porque creo que quien dirige una formación política debe cuidar y querer a la gente y yo no me sentí así cuando elaboré el famoso documento de debate para su programa económico. Sin embargo, me siento en la obligación moral de manifestar mi solidaridad con sus dirigentes tras la cacería judicial y mediática a la que han sido sometidos.
Dice mi amigo Carlos Sánchez Mato, camarada en la lucha -él desde IU y yo desde Podemos-, que más que sumar, hay que multiplicar. Para sumar de verdad, es imprescindible: que esté Podemos; que no falten ni Izquierda Unida ni los Comunes; que formen parte Alianza Verde, Equo, Más País, Compromís y Anticapitalistas; y que, además, no aparquemos la ambición de convencer a las fuerzas políticas que legítimamente aspiran a la independencia de sus naciones.
Señora: soy votante de IU desde el inicio del partido. No votaré a Sumar; felizmente, tengo la opción de Podemos. Las razones son numerosas. Entre ellas: el 28 del actual, la Inspección del Trabajo presentó una querella contra usted en la UE. ¡Bonita manera de empezar su campaña para las próximas elecciones! Este organismo defiende a trabajadoras y trabajadores, y usted se ha negado a recibirlos en reiteradas ocasiones.
Una vez más el morado molesta, en 1977 lo dijo S. Carrillo, y desde el 2014 la derecha más corrupta de España empezó a actuar encarecidamente contra Pablo Iglesias y PODEMOS, lo de Pablo fue una persecución sin parangón, con amenazas de muerte, para él y familia, era el ojo del huracán de PODEMOS a batir, ahí empezaron a surgir los «los cuñaos» avispados, cada uno queriendo ser el líder.
Tuve la suerte de conocer a Julio Anguita hace ya bastantes años. Ya no estaba en eso que llaman “primera línea política”, pero, pleno de facultades, lideraba una corriente crítica desde cierta izquierda ilustrada y genuina que actuaba como “Pepito Grillo” de esa otra izquierda, oportunista, “new age”, que no se distingue en nada, ni por su modo de hacer ni por sus aspiraciones materiales de esos “liberales burgueses” a los que denuestan desde el pedestal de barro mal cocido donde cacarean la supuesta superioridad moral que se arrogan por ser ellos… tan “guay”
Aún resuena aquella insistente cantinela de Julio Anguita, coordinador de Izquierda Unida y uno de los políticos comunistas más relevantes y apreciados durante la transición, que consiguió aunar alrededor de su programa político a más de dos millones de ciudadanos en la legislatura de los años 1993 a 1996, lo que le supuso obtener una importante representación en el Congreso de 21 diputados.
|