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Cada vez que escribe una carta el tal Pedro Sánchez –mentiroso y fraudulento donde los haya– demuestra que su azotea no funciona bien: desprecia a la ciudadanía y demuestra características de psicópata, en palabras de Rosa Díez y Díaz Ayuso. Le salió bien la primera carta y cree que todas surtirán el mismo efecto: en Europa ya es el hazmerreír y está apartado de todos los círculos de poder y decisiones.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó el bloqueo de la plataforma de mensajería Telegram el viernes por la noche por permitir el uso no autorizado de fútbol, películas y series bajo derechos de autor. La drástica decisión se tomó tras la denuncia de los tres principales grupos de comunicación del país, Atresmedia, Mediaset y Movistar Plus, y la negativa de Telegram a facilitar la identificación de los responsables de la difusión de esos contenidos.
¡Bingo!, gritará el ocurrente de turno, o acaso alargará el título con tan conocido como ordinario pareado, que no por repetido hasta la saciedad deja de hacer gracia a un sector de la población. De todo tiene que haber, supongo. Pero ya imaginarán ustedes, conociendo mi seriedad en esto de la escritura, que el tema del presente texto tiene algo más enjundia que una gracieta fácil.
Aforismo latino que vertido al Español quiere decir: “La corrupción de lo muy bueno es malísima”. Con esta frase se quería indicar que lo óptimo, cuando se echa a perder, cuando se pudre, es fétido, es lo peor que hay. Por desgracia hoy entre los españoles está vigente ese dicho.
A lo largo de dos días, la jueza Ketanji Brown Jackson enfrentó casi 24 horas de interrogatorios mayormente hostiles ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos mientras los miembros del Comité consideraban su designación como candidata para integrar la Corte Suprema del país. La actual jueza del Tribunal Federal de Apelaciones del distrito de Washington D.C. es la primera mujer afroestadounidense en ser nominada al máximo tribunal de Estados Unidos.
La exministra, González Laya, se ha reído en la cara del juez y le ha tomado por el pito de un sereno o de dos. Lo ha hecho en su propia casa; es decir, en sede judicial. Curioso personaje que no supo entender su cometido como ministra y a quien el presidente acabó poniendo a los pies de los caballos en el tema de Brahim Ghali. Alguien debería explicar a esta ministra fullera que su deber es protegernos y no engañarnos ni exponernos a todos los peligros.
Un juez federal de EE.UU. bloqueó de manera temporaria la ley que prohíbe casi todos los abortos en Texas. Lo hizo en atención al pedido de emergencia presentado por el Departamento de Justicia destinado a frenar la aplicación de dicha ley mientras los tribunales analizan su legalidad.
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