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Una vez más el Parlamento Europeo ha reaccionado ante los ataques violentos que están sufriendo en buena parte de Europa la población gitana. Por ello nos complace atestiguar que los representantes de la soberanía europea han sido sensibles ante el clamor de petición de justicia que los representantes de la comunidad gitana formulan a las autoridades europeas.
Este mediodía he visto el Telediario de las tres de la tarde mientras almorzaba en mi casa y poco ha faltado para que se me atragantara un trozo del muslito de pollo que en aquel momento me llevaba a la boca. Ana Blanco iba encadenando las noticias hasta que llegó el capítulo de los sucesos relacionados con el tráfico. En una de las carreteras españolas, concretamente en la que atraviesa el municipio de El Álamo, en Madrid.
Ya tenía terminado mi comentario semanal, al hilo de la actualidad que más directamente nos afecta, cuando al abrir el correo electrónico me he tropezado con una carta que me envía una de nuestras colaboradoras que trabaja en uno de nuestros programas sociales en Extremadura. Ella es una mujer luchadora que, a pesar de contemplar la dureza con que transcurre la vida de buena parte de nuestra gente, nunca ha tirado la toalla ante las adversidades.
Ya tenía terminado mi comentario semanal, al hilo de la actualidad que más directamente nos afecta, cuando al abrir el correo electrónico me he tropezado con una carta que me envía una de nuestras colaboradoras que trabaja en uno de nuestros programas sociales en Extremadura. Ella es una mujer luchadora que, a pesar de contemplar la dureza con que transcurre la vida de buena parte de nuestra gente, nunca ha tirado la toalla ante las adversidades.
Todavía no nos hemos repuesto del trauma que para todos representó la muerte del padre de cuatro hijos a consecuencia del disparo que contra él efectuó el dueño de una plantación de habas en Rociana del Condado (Huelva) por el solo hecho de que el desgraciado gitano había intentado coger unas matas de habas para echarlas en la olla.
Ha sido un lamento desgarrador el que con dificultad ha salido del cuerpo moribundo de George Floyd cuando, aprisionado contra el suelo, un policía le apretaba el cuello con su rodilla. “No puedo respirar”. La presión ejercida en la garganta del pobre ciudadano negro.
Cuando escribo estas líneas, 100 gitanos italianos, número máximo que permiten las autoridades del país en estos momentos de pandemia, se han manifestado en la ciudad de Florencia, cerca de la Plaza de Neptuno, frente al edificio del ayuntamiento.
Señor presidente del Gobierno de Portugal
Me tiemblan las manos al empezar a escribir estas líneas. Y me resisto a aceptar que lo que estoy leyendo y viendo en el vídeo casero que me han enviado pueda ser verdad.
Mi querido amigo y ministro: No se inquiete al empezar a leer esta carta. Si no fuera porque estoy confinado en mi casa de Barcelona, encerrado como un tigre en su jaula, y vigilado constantemente por mis hijos y por Paloma, mi mujer, que tan solo me permiten bajar a la calle para que mi perrito gitano, Lucky, recogido de una inmensa perrera, haga pipí, trataría de verle personalmente y entregarle en mano esta carta.
La mayoría de los gitanos y gitanas que ya tenemos una cierta edad, estamos de acuerdo en reconocer que la vida colectiva de nuestro pueblo tiene un antes y un después del mítico Congreso de Londres. Días pasados yo escribía que “aquel cónclave supuso un aldabonazo a la sociedad mundial para advertirles de nuestra existencia, de nuestros problemas y sobre todo de nuestras ilusiones”. Y efectivamente, así fue.
Se acerca el día 8 de abril, fecha en la que en todo el mundo se conmemora la celebración en Londres, en abril de 1971, del mítico Congreso Internacional del Pueblo Gitano.
Estimados compañeros y compañeras: Permitidme que me dirija a ustedes con este tratamiento. Al fin y al cabo, yo he sido también Diputado al Parlamento Europeo durante dos legislaturas y media, es decir, durante doce años.
Hace unos días, cuando los periódicos empezaron a informar con más detalle de la existencia de un virus maléfico que se había presentado en España, desde nuestra asociación gitana de San Sebastian me enviaron un WhatsApp con la reproducción completa de la página del diario donde se daba la información.
La Unión Romaní, cuyo presidente es el abogado gitano Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya, se ha interesado en personarse como acusación particular por lo que considera que se ha cometido un delito de “discriminación excluyente” claramente tipificado en el nuevo artículo 510 del Código Penal tras la reforma llevada a cabo por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo que entró en vigor el 1 de julio de 2015.
El día 27 de enero de 1945 el ejército rojo que venía de Rusia entró en el Campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Construido por los nazis alemanes en territorio polaco, muy cerca de Cracovia, fue el lugar más eficaz en la tarea de eliminación masiva de todas las personas que, a juicio de los criminales racistas, no debían sobrevivir. Se calcula que en este fantasmagórico lugar fueron muertos un millón y medio de personas inocentes.
Estos días ando un tanto confundido con la terminología que usa tanto el presidente del Gobierno como algunos de los líderes parlamentarios cuando hacen referencia a lo que ellos mismos dicen que son, o a las intenciones que los animan para gobernar este país.
Hoy he visto un video de dos minutos, de esos que los amigos te envían por Whatsapp, y me he quedado impresionado. Trata del tren de la vida y, cosa curiosa, la peliculita se desarrolla utilizando un tren en el que no se puede subir todo el mundo. Se trata de un tren en el que solo tienen cabida las personas que, de una forma u otra, tienen, o han tenido, relación con uno mismo. Precioso.
Reunidos en Zagreb (Croacia) los días 3 a 5 de noviembre de 2009, gitanos y gitanas de 15 países, tomaron la decisión, con el amparo de la Union Romaní Internacional, de declarar el 5 de noviembre como Día Internacional de la Lengua Romaní.
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