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El sistema sanitario español va en conjunción con las deficiencias del Estado autonómico. La existencia de diecisiete sistemas de Sanidad ha generado desprotección entre los españoles: los recursos públicos deben destinarse exclusivamente a mejorar y fortalecer un sistema de atención sanitaria único, sin distinciones entre españoles y garantizando la igualdad de servicios en todo el territorio nacional.
Todos los días, un ensordecedor estruendo de bronca política ciega nuestra conciencia. No es casual. Esconde la imposición de un mayor grado de saqueo sobre la mayoría de la población española. Parece que todo lo que sucede en nuestro país son disputas entre políticos -gobierno y oposición-, y entre instituciones del Estado. Pero el estruendo es confusión, que -silenciosa pero cruelmente- da pasos para robarnos aún más las riquezas que producimos.
El estudio de la Fundación Economía y Salud sobre Evaluación de los Servicios de Salud en 2022 dibuja el panorama de las medidas de valor que más se cumplen y cuáles no en el sector salud en España. El análisis de las áreas con mayor y menor grado de desarrollo, permite orientar y señalar las fortalezas y debilidades de nuestro sistema de salud en su conjunto.
La insuficiencia cardiaca es una patología que supone un coste elevado para el sistema sanitario y que se caracteriza por tener una prevalencia e incidencia crecientes: actualmente, afecta a un 2,34% de la población adulta española, según algunos de los resultados obtenidos en dos estudios realizados en España.
Ya ha comenzado en varios estados de Estados Unidos el período de votación anticipada de las elecciones de mitad de mandato de 2022. La inflación, la economía y la recesión son las principales preocupaciones de la mayoría de los ciudadanos, según las encuestas. En este marco, la célebre frase “¡es la economía, estúpido!”, acuñada por el asesor político demócrata James Carville durante la campaña presidencial de 1992, ha sido muy utilizada últimamente.
Más de 330.000 personas murieron durante la pandemia en Estados Unidos porque carecían por completo de un seguro médico o tenían uno insuficiente. Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale anunciaron esta semana esa sombría estadística. Además, solo en 2020 el “sistema de atención médica fragmentado e ineficiente” de Estados Unidos le costó al país 459.000 millones de dólares más que si hubiera existido una atención médica universal.
En la trampa del cinismo político. En poner el foco allá donde quieren que alumbremos y no donde debemos iluminar. La desesperación por una cita médica que parecía no llegar nunca vía sanidad pública, me empujó hacia la acera de enfrente. Vallada, exclusiva y aparentemente mejorada, te invitaba a eliminar cualquier tipo de traba burocrática a golpe de talonario. Bienvenida sanidad privada. Fácil, legítimo, pero, en el fondo, también peligroso.
Establecer un marco de actuación para la colaboración conjunta en el desarrollo de acciones dentro del campo de la responsabilidad social y el ámbito sanitario, con especial foco en la cronicidad y la necesaria adaptación del Sistema Sanitario, así como el apoyo a los valores del generalismo médico, son los principales objetivos del convenio marco de colaboración suscrito entre la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Alianza General de Pacientes (AGP).
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