Lo que no puede ser es que no se reconozca la extraordinaria labor realizada por docentes que han desempeñado su tarea de formación a lo largo de más de veinte años y se les pueda dejar en el paro.
En otras Comunidades reconocen esta situación y le ponen remedio prorrogando los contratos durante unos años hasta la jubilación. En Asturias no y se rompe en añicos la igualdad garantizada por la Constitución.
Los profesores con más experiencia son un activo de primer orden. El profesorado interino es gente seria y trabajadora y no se les puede dejar al margen de la negociación para consolidar una mínima y justa estabilidad en sus puesto de trabajo. Especialmente respecto a los que poseen más experiencia en la enseñanza.
Que en Andalucía, Canarias y País Vasco garanticen la estabilidad en el empleo de los profesores mayores de 55 años dice mucho del sentido común de sus Consejerías de Educación y de su comprensión de unos principios básicos de justicia. En la Comunidad Valenciana están negociando lo mismo para implantarlo, algo absolutamente lógico y coherente.
Lo que es irracional es dejar abandonados a su suerte a profesores con mucha experiencia y que lo han dado todo enseñando durante décadas de manera entusiasta y entregada.
Las plazas que han salido para la oposición de junio son pocas. Y resulta que puede haber profesores interinos que logren buena nota en las pruebas y no consigan seguir trabajando, por diversas circunstancias.
A esto se añade que el sistema más objetivo y riguroso de calificación sería uno similar al MIR de los médicos. Ya que se compondría de varios centenares de preguntas iguales para todos los opositores y con el mismo nivel de dificultad para todos. Y no es el que se emplea en las oposiciones educativas. Y lo digo con todo el respeto a los profesores que conforman los tribunales de oposición.
Todo esto y otros factores dan lugar a numerosas injusticias y a situaciones muy desiguales que no son racionales. Y los que pagan las consecuencias son los profesores interinos. Ya que muchos se pueden quedar en el paro. Lo está diciendo insistentemente el sindicato educativo Suatea, pero no causa efecto en los dirigentes de la Consejería de Educación. Pueden cambiar y ser más flexibles de cara a lograr una mayor estabilidad laboral como están haciendo en otras Comunidades Autónomas pero no quieren. Así de simple. Y los ciudadanos asturianos, españoles y de cualquier otro país tienen que saberlo.
Si miles de docentes interinos se ponen en huelga durante varios días pueden causar un grave trastorno al sistema educativo asturiano. Y se lograría una mayor estabilidad.
Puede pensarse que los interinos poseen argumentos poderosos que justifican sobradamente el ponerse en huelga. La comunidad educativa asturiana podría entenderlo mal. Pero los motivos y razones que han sido expuestos podrían ser bastantes más.
Todo colectivo de trabajadores tiene unos derechos y los defiende. Los docentes interinos no somos diferentes y podemos exigir lo que nos corresponde. Son unas condiciones mínimas de estabilidad que ya han logrado en otros territorios de España. Es lo que se pide. Nada más. No creo que sea difícil de entender.
Y los ciudadanos pueden comprender lo que se está jugando el colectivo de trabajadores interinos de la enseñanza en Asturias. Es un asunto de supervivencia, por causa del inmovilismo de la Administración. Y es triste tener que decirlo o escribirlo, pero es la cruda realidad.
Lo que no impide que los interinos sigan luchando con toda su energía por una mejor enseñanza y también por sus derechos. Las dos cuestiones van unidas o integradas.
Está claro que interinos y sindicatos no se van a quedar de brazos cruzados ante esta situación de inseguridad que están soportando los profesores interinos, especialmente los que han acumulado más experiencia y quieren seguir trabajando con su mayor entusiasmo y dedicación. De este modo la comunidad educativa seguiría sintiéndose orgullosa de su profesorado interino.
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