Según el estudio del CIS de Flex (Centro de Investigación del Sueño) de media dedicamos a esta actividad 7 horas, no llegando al tiempo medio recomendado por los expertos. Además, uno de cada tres españoles sufre patologías del sueño y, a pesar de que la mayoría de estos trastornos son tratables, menos de un tercio de las personas que las padecen acuden a los médicos especialistas.
El lema del Día Mundial del Sueño, "Dormir profundamente, nutre la vida", tiene como objetivo recalcar la importancia de la buena calidad del sueño en las personas. Debemos tener en cuenta que dormir es tan importante como una buena alimentación y el ejercicio físico. El sueño no es un estado pasivo de desconexión de la realidad, sino que durante el sueño se activan redes neuronales que originan las diferentes fases del sueño en las que se suceden funciones imprescindibles para la vida.
Entre un 20% y un 48% de la población adulta sufre en algún momento de su vida dificultad para iniciar o mantener el sueño, según la Sociedad Española de Neurología (SEN) que advierte de que menos de un tercio de estas personas acuden al médico para buscar ayuda. Las razones por las que los españoles no llegan a conciliar el sueño, son en primer lugar, porque nos vamos tarde a la cama porque el país no está en el huso horario. El cerebro utiliza la información de la luz natural para ponerse en hora, por lo que los horarios de salida y puesta de sol. Además, utilizar dispositivos electrónicos poco antes de ir a la cama afecta considerablemente la calidad del sueño. Por lo tanto, el primero de los consejo para mejorar la calidad del sueño será limitar su uso durante las horas previas a acostarse y evitar hacerlo en la cama antes de dormir.
Y es que, contar con hábitos saludables antes de ir a la cama es importante para preparar cuerpo y mente para el descanso. Por ello, es importante disponer de un espacio cómodo, agradable y relajante que permita conciliar el sueño. Por ello, la plataforma Habitissimo ofrece una serie de consejos para el dormitorio ayude a conciliar el sueño y permita lograr la calidad de sueño deseada.
1. La cama un imprescindible Pasamos 23 años de nuestra vida durmiendo, por ello es muy importante elegir bien el lugar donde vamos a pasar ese tiempo. Invertir en un colchón es imprescindible, no hace falta que sea el más caro del mercado pero sí debe disponer de la firmeza necesaria para el descanso. Si es muy duro, no se adaptará bien a tu cuerpo y si es demasiado blando, tendrás más calor porque se amolda totalmente a tu cuerpo, pudiendo incluso darte dolores de espalda. En el mercado existen infinidad de materiales para colchones que permiten adaptarse a cada persona.
3. Iluminación conlleve a la relajación El dormitorio debe ser un lugar de descanso, como nuestro oasis personal donde poder desconectar. En este sentido, la iluminación es clave y existen maneras muy bonitas de incorporar la luz en nuestra habitación: una lámpara de techo con personalidad para iluminar toda la estancia combinado con unas guirnaldas de bombillas, que no solo aportan calidez, sino un toque personal muy bello.
3. La temperatura de la habitación Una temperatura inadecuada fastidia el sueño. Un ejemplo son los días de verano donde nos pasamos horas dando vueltas sobre el colchón buscando el sitio más fresco de la cama. En invierno, el frío de las sábanas hace que acabemos hecho un ovillo para evitar perder el calor. Disponer con un sistema óptimo para controlar la temperatura del dormitorio permitirá un mejor sueño.
4. Colores que inviten al descanso Pintar la estancia con un color relajante, ayudará a crear un ambiente propicio para el sueño. El azul es el color más relajante que podemos utilizar para pintar la estancia. Dentro del círculo cromático sus tonos y matices permitirá que combine con los muebles que ya disponemos en la habitación.
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