Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Social | Algo más que palabras | Soledad

Multiplicar la alegría

Estoy llamado a sembrar alegría, la eterna juventud del ánimo
Víctor Corcoba
jueves, 31 de mayo de 2018, 07:32 h (CET)

Me entristece la mirada de tantos indefensos que caminan desorientados por este mundo insensible, que permite el sufrimiento de los niños, la soledad de los mayores, o las barbaries entre inocentes. No entiendo este cúmulo de violencias por doquier. Hay moradores que ya no tienen lágrimas para poder seguir viviendo en esta selva de intereses. Los hemos dejado sin aliento, y sus vidas se han convertido en un río ensangrentado, sin posibilidad de poder vivir de acuerdo con ese espíritu de dignidad que todos los humanos nos merecemos. Aún así, me respondo, estoy llamado a sembrar alegría, la eterna juventud del ánimo. Multipliquemos el júbilo; porque, sin ese entusiasmo, nuestra misma existencia es baldía.


El amor ya no es lo que es, nos lo hemos dejado sin latidos, y apenas ya nadie siente nada por nadie. Deberíamos reconducirnos, reinventarnos en el verso, sostenernos en la verdad, abandonarnos en el sueño para poder ser horizonte; sí, esa mirada de afecto que todos necesitamos para levantar cabeza. Justamente, todo crece desde el amar y desde el amor. Enraicémonos, seamos familia, activamos los vínculos de la gratuidad, cooperemos en la acción del verso y la palabra, para que ningún corazón se sienta despreciado, excluido, marginado. Que la marginalidad no es nuestro lenguaje, necesitamos sentirnos unidos y reunidos siempre, para ese consuelo que nos requiere la vida al nacer cada jornada. En cualquier caso, pensemos en nuestro primer deber, el de alegrarnos al amanecer de un nuevo día y poder ponernos en camino; pues, mientras hay vida, también hay expectativa.


Confieso que me mata esta tristeza que bebo a diario, con solo caminar por la vida y escuchar a mis análogos. Son tiempos difíciles. Nos los hemos complicado. La mentira se ha adueñado de nosotros. Ciertamente, cuesta despertar y esperanzarse, retomar fuerzas, máxime en un momento donde prolifera la desunión entre linajes, lo que hace que los chavales sean más vulnerables a la explotación y al abuso. Ellos no son responsables de nuestras locuras. Por otra parte, ahí está la permanente ola de refugiados y niños migrantes que no cesa, a pesar de los peligros del viaje. En la huida no sirve sólo la ayuda humanitaria, hacen falta gentes con espíritu de acogida, poetas de verbo sincero dispuestos a batallar por los débiles, individuos con coraje para lleva la luz allá donde hay tinieblas y tranquilidad allí donde hay dolores.


Hemos de conseguir que, en este mundo, gobierne únicamente el amor. A propósito, el inolvidable filósofo y escritor indio Rabindranath Tagore (1861-1941), solía decir que: “Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría”. Fecundémonos de esa primavera, que nadie nos quite esa visión de nuestros ojos. Rindámonos a esa pasión verdadera, transparente, de donación total, desprendida a más no poder, capaz de trascender en nosotros el gozo de sentirnos alguien por los demás, lo que nos hará sonreír a pesar de los muchos pesares. Porque, en efecto, por muy inmenso que sea el vacío interior que llevemos consigo, nos espera esa semilla alegre de sentirnos parte de la vida de nuestros semejantes, pues nada existe que no cohabite en la universalidad de la alianza, por mucho equipaje de decepciones y derrotas que aglutinemos.


Por tanto, tampoco hay que tener miedo a entristecerse mar adentro, sabiendo que tras los momentos difíciles, siempre llega el instante preciso y precioso del sol, que nos pone en movimiento y nos ilumina. A lo mejor tenemos que repensar lo vivido hasta ahora, escucharnos más interiormente, cuando menos para ingeniar otras etapas más solidarias y de mayor entrega a los nuestros, que somos todos en todo. Por eso, a veces me digo a mi mismo, cuidado con ponerme apenado, que puede ser un vicio, mayormente cuando se sabe que la satisfacción es el ingrediente básico en el componente de la salud. A lo mejor tenemos que simpatizar más con nosotros mismos, poner más empatía con nuestro entorno, y hablar menos de nuestras penurias, o quizás, lo justo y preciso para el cambio. Querer es poder, ya lo sabemos. Pongámoslo en práctica.

Noticias relacionadas

La estrafalaria y aspaventosa María Jesús Montero (¿tendrá el baile de San Vito?) ¡cambia de opinión cada vez que cambia de sillón! Les recuerdo, por si algunos no lo sabían - o ya han olvidado- que esta “genio” de las finanzas, cuando era consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, exigía al gobierno de Mariano Rajoy con más fogosidad que educación, lo mismo que ahora se niega a conceder a la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla.

Hoy, vamos a abordar la grave situación de la salud del papa Francisco, hospitalizado inicialmente por una infección respiratoria, que se ha ido complicando, por lo que -a la hora de escribir esta columna- sigue siendo crítica e incierta. Desde esta modesta columna le deseamos la más pronta y total recuperación. Y nos unimos a los mensajes de apoyo y simpatía que el pontífice Francisco está recibiendo de numerosos líderes y organizaciones progresistas y revolucionarias de todo el mundo.

Los que engrosan las colas del paro, indirectamente han generado una crisis de tal dimensión que han acojonado a los que tienen un arsenal de armas como para destruir el mundo mientras se toman el té de la tarde, a los que tienen una hegemonía económica y militar para abrir o cerrar mercados donde quieran y tienen un contable de máxima fiabilidad para llevar sus cuentas: el Fondo Monetario Internacional.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto