Más de 30 años de buen hacer, una adicta clientela autóctona y foránea son avales indiscutibles que han logrado Salvador Gallardo y familia, al frente de este simpático establecimiento.
Gran parte del año, y muy especialmente ahora en verano, las mesas de su terraza se desparraman por esa placita netamente andaluza y peatonal, festoneada con balconadas florales. Al atardecer, la silueta iluminada y protectora de la torre de la Iglesia de la Encarnación aporta un toque de magia y sosiego mientras los parroquianos degustan platos marineros con una materia prima impecable.
La fachada de este establecimiento constituye en realidad una sugerente propuesta culinaria: gallos, jureles, brecas, besugos, doradas, jibias, lenguados, salmonetes, sardinas, pijotas, raya y toda suerte de mariscos. En el interior, decorado con bufandas de los equipos de fútbol más importantes del mundo, se ofrece seductor un mostrador con amplio repertorio de fresquísimos mariscos y pescados procedentes de diversas latitudes oceánicas.
El paisaje marino en sus mesas.“Estas navajas, coquinas, conchas finas y almejas y acaban de llegar de la costa onubense; las cigalas, cogidas esta misma mañana, proceden del litoral malagueño; el besugo voraz y la corvina del Atlántico, sin olvidar, lenguados, salmonetes, pijotas, acedías, boquerones, huevas, cazón, raya y gallineta; el marisco, procedentes de la Bahía de Cádiz y del Cantábrico son tratados con sabiduría en nuestros fogones”. Comenta sonriente y satisfecho Salvador vestido con la camiseta roja de la Selección Española. “¡La próxima vez ganaremos el mundial!”. Afirma de nuevo.
Personalmente, hace unos días tuve la oportunidad de degustar, junto unos buenos amigos, varios platos de fritura con un punto elogiable y unas elaboraciones de pescados a la espalda con una textura perfecta.
Pepe Sepúlveda, jefe de la brigada de entusiastas camareros, toma buena nota para las reservas. Precios ajustados, eso sí, en el capítulo de mariscos es el mercado el que marca la pauta. Altamirano está recomendado por prestigiosas guías gastronómicas nacionales y extranjeras, y su local es motivo de frecuentes reportajes en distintas cadenas de televisión.
Carta de vinos, de las principales denominaciones de origen, a precios recortados. Posiblemente, un fresco Barbadillo, el vino de la casa, sea una acertada elección. Servicio cordial y profesionalizado. Precio medio: 25 €. Calificación: 8.
Referencia Bar AltamiranoPlaza Altamirano, 3. En el centro del casco antiguo. Tel: 952 824 932. www.baraltamirano.es 29600-Marbella.
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