La llegada del verano significa piscinas llenas de toallas, platos fríos en los táperes, aire acondicionado, algún que otro cuaderno de deberes para no olvidar lo aprendido durante el curso y viajes en los que descubrir nuevos paisajes y gastronomías.
Ya sea viajando al otro extremo del mundo, quedándose en casa o haciendo informes en la oficina, las opciones para no aburrirnos con el tema de la comida son variadas. Aquí van algunos ejemplos para los viajeros y los más caseros, para los que disfruten de la comida sana y para los que quieran darse un capricho y, sobre todo, para los que buscan soluciones para entretener a los niños en sus vacaciones.
Gazpachos de sabores. Conocemos esta bebida veraniega tan típica hecha de pimiento, tomate, pepino y ajo, entre otros. Pero tanto el color como los ingredientes pueden variar y ofrecer nuevas opciones. Los gazpachos de remolacha, de cereza, de zanahoria o de frutas conquistarán y saciarán los paladares más gourmets e innovadores.
Helados a la carta.
Golosinas 0%. Ha llegado el verano y la dieta que tanto nos costó mantener meses antes ha hecho afecto y no queremos estropearla. La solución son las golosinas Yummeat, sin azúcar ni grasas, son perfectas para cualquier ocasión a lo largo del día ya que no engordan y no producen caries así que son buenas para los niños. Sus variadas formas y sabores serán las delicias favoritas de los más pequeños de la casa pero también de los mayores.
Para mantener entretenidos a los niños, entre las opciones saludables también tiene que haber otras divertidas que incluso los niños se animen a preparar para colaborar y aprovechar el tiempo de vacaciones haciendo algo práctico y diferente. La fruta tiene que ser el mejor aliado y dibujar un paisaje con palmeras hechas de plátanos y kiwis sobre una tierra de mandarinas o hacer gusanitos de tomate cherry y trocitos de mozzarella son algunas de las actividades más fáciles. Las galletas caseras son fantásticas también para preparar algo en familia y para pasar un rato juntos.
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