He tenido siempre, una gran admiración por aquellas personas que se
dedicaban al mundo del transporte, y en especial el del sector del taxi, dónde
cuento -contaba a partir de ahora- con muchas amistades. Pero, éstos días,
amigos taxistas, me habéis decepcionado. No comprendo las actitudes
violentas, que habéis ejercido sobre personas, que al igual que vosotros, se
dedican al servicio público del transporte tanto de viajeros como de objetos.
Nunca he podido justificar las actitudes violentas, y creo que, en honor a la
verdad, os estáis pasando. Las imágenes que nos han servido las cámaras de
los -a veces- indiscretos teléfonos móviles, reflejan una falta de principios, que
habéis tenido para con otros, que realizan su trabajo, igual que vosotros.
Destrozar un vehículo, con el pasajero dentro y con el conductor
correspondiente, creo que solo tiene un calificativo: salvajismo. Habéis actuado
como auténticos vándalos, porque ni el conductor tiene culpa, ni mucho menos
el pasajero, que además iba con un menor. Me dais asco. Se me cae la cara de
vergüenza, ante una acción tan desmesurada, impropia de un colectivo, que
siempre había tenido por amable, respetuoso, servicial y sobre todo alejado de
discordias y violencias. Pero los resultados, me dicen, que ya no sois esos
hombres y mujeres, en los que se puede confiar, en los que puedo depositar la
tranquilidad de mi viaje, en el que pueda mantener una conversación o
encargar recoger a alguno de mis invitados o familiares.
Hay que saber competir. Hay que ser respetuosos con todo tipo de empresas
de transporte, que pagan sus impuestos, licencias, pasan las correspondientes
revisiones, e incluso se miran con mas celo -por parte de la administración-,
los distintos análisis a los que son sometidos. Están sometidos, al igual que el
resto, a los vaivenes de los precios de los carburantes, peajes, seguros y toda
una serie de condicionantes, que algunos de vosotros no cumplís.
No se que mano negra puede haber detrás, pero me huele que os están
manejando, como las marionetas. Hay algún poder oscuro, que está detrás de
todo ésto, porque precisamente salta la “huelga salvaje”, en un momento
dónde el turismo necesita más si cabe vuestros servicios. Estáis rompiendo
vuestro propio sustento, porque son miles de turistas, los que han quedado
abandonados en aeropuertos, estaciones de ferrocarril y de autobuses, y los
servicios ciudadanos, imprescindibles sobre todo para determinados estadios
de la población, que no pueden salir de sus casas, hospitales y residencias.
Vuestra falta de tacto, ha hecho que los cruceros, no lleguen hasta nuestros
puertos. Que las zonas de afluencia turística, se encuentren en un estado de
abandono, por que no dais el servicio, ya que estáis en huelga. Además, con
vuestra provocación, hacéis que muchos nos planteemos coger un taxi de los
vuestros, o comenzar a usar otros servicios de transporte.
Creo que los ciudadanos, a los que habéis afrentado, molestado y dejado
tirados deben responderos con la misma moneda. Después de lo visto y
comprobado, vais a ser los primeros en pagarlo. Animo a todos mis lectores,
muchos de ellos usuarios de vuestros servicios, a que no vuelvan a contar con
vosotros, a que os dejen tirados, igual que lo hacéis vosotros y sobre todo que
contraten servicios de transporte, con otras compañías que no sean en las que
vosotros hasta ahora, habéis prestado el servicio.
No se como va a terminar ésta situación, salvaje, estúpida, sin sentido y sobre
todo sin un razonamiento básico. Lo que si he podido comprobar, es que la
sociedad a la que estabais prestando un servicio, está quemada y le ha
sentado muy mal vuestra actitud “violenta, indolente y sin sentido”. Ya os vale.
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