La forma en la que nos formamos, trabajamos e, incluso, conocemos nuevas personas ha cambiado gracias al desarrollo de la tecnología. Y aunque la formación presencial se mantiene en primer puesto, la online no ha parado de crecer en los últimos años. De hecho, en España hay 228.500 alumnos matriculados en estudios de educación superior, grado y posgrado sin acudir a la universidad, según datos del Ministerio de Educación.
Pero dentro de la formación en línea confluyen distintas modalidades. Entre ellas destacan: E-Learning, M-Learning y B-Learning. Desde IMF Business School, conscientes de las dudas que genera toda esta nueva terminología, han realizado un análisis para esclarecer los aspectos que caracterizan a cada una de ellas:
E-Learning (Electronic Learning): se conoce también como teleformación o aprendizaje virtual, y es la evolución de la formación a distancia tradicional a través de la correspondencia, pero sumada al uso de la tecnología. Esta modalidad comparte con las otras dos la opción de que sea el alumno el que marque su propio ritmo, además de permitir la deslocalización del conocimiento combinando materiales auditivos, visuales y audiovisuales, sin salir de la plataforma. Favorece el registro por parte de los seguidores de toda la actividad realizada por los estudiantes (acceso, tiempo dedicado, número de interacciones, etc.).
M-Learning (Mobile Learning): implica el empleo de dispositivos móviles como herramientas de aprendizaje y se considera el siguiente paso en el desarrollo de la formación en línea, ya que potencia la idea de aprender desde cualquier sitio y soporte (tablets, smartphone). De hecho, el 92% del acceso a Internet ya se realiza a través de los móviles, según la encuesta anual Navegantes que elabora el Estudio General de Medios (EGM). Si comparamos ésta con la modalidad anterior, el Mobile Learning es más variada y depende aún menos de la ubicación, consiguiendo una interacción más inmediata a través de dispositivos más pequeños, a menudo inalámbricos. Sin embargo, esta tendencia deja fuera algunos contenidos, como aquellos que se apoyan en programas tipo flash.
B-learning (Blended Learning): también conocido como formación semipresencial, es la fusión de la formación presencial con el uso de las TIC aplicadas a la educación. Con esta modalidad los alumnos no solo cuentan con los beneficios de una plataforma online, sino que tienen todas las ventajas de la asistencia a clase para resolver dudas y realizar ejercicios con los que poner en práctica los conocimientos adquiridos en los materiales de estudio. Además, aumenta el sentimiento de comunidad entre los propios participantes.
Para Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, “es una realidad que los alumnos cada vez demandan una formación más personalizada. No solo en la modalidad online o semipresencial, también aquellos que acuden a clase. Por ese motivo, desde la escuela hemos creado una metodología student centered para dar respuesta a las nuevas exigencias de los cientos de alumnos que llaman a nuestra puerta en cualquiera de nuestras modalidades: presencial, semipresencial u online”.
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