Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Francia | Revueltas

Viva La France

Han pasado siglos desde que Joseph Rouget de Lisle creará el himno de La Marsellesa que para el batallón
Josu Gómez Barrutia
jueves, 13 de diciembre de 2018, 00:00 h (CET)

¡Ciudadanos, a las Armas!, son las palabras que se pronuncian en un himno nacional, el francés, también conocido como la Marsellesa, una partitura está en donde la proclama de la rebelión del pueblo frente al opresor está presente y en la cual la lucha es hasta las últimas consecuencias en defensa de la familia, el patrimonio personal y el país. Patrióticas palabras en definitiva las que envuelven el sentimiento de una Francia que echada a las calles con chalecos amarillos hace suya esa revolución ciudadana necesaria frente a la opresión de las tasas, los impuestos, la precariedad laboral o incapacidad del estado de dar respuesta a los problemas de una ciudadanía que sufre en sus carnes la falta de política de altura capaz de entender las claves de un mundo en cambio. Y todo ello, cuando han pasado siglos desde que Joseph Rouget de Lisle , creará el himno de La Marsellesa que para el batallón «Enfants de la patrie» , esos hoy reencarnados en una masa social de complejo control que ha estallado en un conflicto con reminiscencias al Mayo del 68 en un París lacrimógeno y en llamas.


Las causas varias, diferentes, pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y obreras, aumento de las cargas impositivas, falta de políticas de integración activa de los grupos en riesgo de exclusión social, bajada de la calidad de los servicios de educación y sanidad pública o la erosión de un sistema de bienestar forman un Coctel perfecto en donde las esperanzas depositadas en las promesas electorales del presidente Macron , hoy puestas en dudas, sirven como perfecta llama en un caldo de cultivo en donde la ultraderecha de Jean Marie Le Pen se frota las manos ante las próximas elecciones. No por menos, el discurso populista de la enfant terrible de la política francesa parece cada vez calar más en un descontento popular en donde la radicalidad de las posturas a la izquierda y a la derecha parece será una constante con en principio mayor beneficio para una ultraderecha populista que nada cómodamente en realidades de conflicto como las que hoy se viven no sólo en Francia sino en toda la vieja Europa.


Pero más allá de esta análisis, necesario y profundo, lo cierto y verdad es que las últimas manifestaciones en Francia han dejado claro que el pueblo unido ha sido capaz de doblegar a un gobierno , el del presidente Macron que entonando el mea culpa ha esbozado una batería de propuestas sociales que vienen a dar respuesta a quienes en las calles como si de un remake de Los Miserables se tratase pedían Igualdad, Libertad y Fraternidad. Unas proclamas que fueron entonadas por un pueblo que fue capaz de expulsar a los violentos de ultraderecha que en nada representan a la ciudadanía libre que tomo las calles en este nuevo Mayo francés uniendo a votantes socialistas, conservadores, liberales o comunistas en una suerte de sainete multicolor que ante todo mostraba el descontento popular de la República. 

Noticias relacionadas

La humanidad se siente muy ufana porque ha engrosado su capacidad de conocimiento basándose en la inteligencia artificial. Cualquier iletrado puede “redactar” un artículo copiando simplemente lo que el dichoso “chatgpt” le dicta. Los estudiantes encargan parte de sus deberes a su ordenador y los “expertos” en el copia y pega presumen de sus “conocimientos”. Todo el mundo sabe de todo. El apagón de ayer nos ha puesto en nuestro sitio. 

El Covid, la Filomena, la Dana, la luz. ¿Cuántos desastres más tenemos que padecer para despertar de este letargo en el que nos tienen sometidos? Los tres primeros fueron causas externas al gobierno, pero no así el último. En todas ellas hubo apagones informativos, se hicieron tarde y deficientes o mal, sobre todo cuando no tienen a quién culpar para ocultar su falta de preparación para desempeñar la presidencia de un país.

Cuando el ganador de las últimas presidenciales estaba en la cumbre de su popularidad, los seguidores del amo de Perú Libre coreaban la consigna "Castillo y Cerrón, un solo corazón". Con ese lema querían montarse en su prestigio y cubrir como el profesor chotano les choteaba.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto