Cuando el ganador de las últimas presidenciales estaba en la cumbre de su popularidad, los seguidores del amo de Perú Libre coreaban la consigna "Castillo y Cerrón, un solo corazón". Con ese lema querían montarse en su prestigio y cubrir como el profesor chotano les choteaba.
Ahora bien debieran agitar el eslogan "Dina y Cerrón, un solo corazón". Esto, debido a que la exmilitante de PL que el propio Cerrón impuso a dedo en la plancha presidencial es alguien quien viene ayudando a evitar que el propietario de PL pueda ser arrestado.
Los hermanos Cerrón suelen jugar a ser una escopeta de dos cañones. Cuando se produjo el golpe contra Castillo del 7 de diciembre del 2022, Waldemar y la mayor parte de la bancada perulibrista votaron a favor de destituir al presidente quien había sido apresado (pese a ser aun mandatario constitucional) y sin que no se hubiese producido un solo debate al respecto. Waldemar luego pediría dar un voto de confianza al gabinete Otárola (pese a las masacres) y luego, cuando él dejó el cargo, le propuso a Dina que le nombrara como su primer ministro. Entonces, Vladímir hablaba de golpe. A pesar de que ambas posiciones eran irreconciliables, ambos hermanos se llevaban extraordinariamente bien.
Ahora, Vladímir acaba de cambiar de postura pues dice "Boluarte salvó el golpe de estado contra Castillo al constitucionalizarlo con su sucesión. Lo demás es cuento." Con ello acusa a su anterior posición de haber sido un cuentazo y presenta a Dina como la salvadora.
Josué Gutiérrez Cóndor, el perulibrista ex abogado de Cerrón y hoy encumbrado Defensor del Pueblo gracias al voto del fujimorismo, ha salido en defensa de Dina afirmando que ninguna autoridad judicial o fiscal puede meterse contra ella, algo que solo podría hacer el Congreso que tanto le avala.
El cerronismo ha llamado a defender a Dina (y también a la ex fiscal de la nación patricia Benavides) ante "golpes caviares". El diario UNO que ahora es controlado por el cerronismo está lleno de portadas a favor de Dina y también otras de demolición contra todo periodista, juez o fiscal independiente. Es más, este se ha convertido en el matutino más gobiernista. Dos de sus tapas la dedicaron a atacar a Keiko por haber tornado casi caviar al haber votado por defenestrar al pasado ministro del interior, el cual supuestamente buscaba a Cerrón, pero a quien PL buscaba mantener en su puesto.
Dina se sostiene gracias a la alianza entre Keiko, Acuña y Cerrón. A veces, para querer seguir apareciendo como "izquierdista" (cuando no lo son), el cerronismo adopta una pose radical, pero en lo esencial mantiene el pacto.
Gracias a esa colaboración con la dictadura, Cerrón viene logrando ser absuelto en varios juicios y se prepara para ser candidato. Paradógicamente, PL, que habla de estar siendo perseguida políticamente, ha sacado del juego electoral a dos expresidentes con ciertas chances (Vizcarra y Sagasti) y no hace nada por defender a Castillo y a su ex primera ministra Betssy Chávez (a quien el cerronismo sacó del congreso y ayudó así a que acabara en un penal).
Para el cerronismo, el enemigo principal es la izquierda, el centro y la derecha moderada. Su meta es unirse a la ultraderecha para arrasar a todas las organizaciones que defienden derechos laborales, medioambientales, sexuales, indígenas o femeninos, así como para lograr que el sistema judicial vuelva a manos de autoridades corruptas.
Por el momento, el cerronismo dispone de más ayuda estatal que los mal llamados caviares y usa esta para construir su aparato electoral. Mientras Dina es ya la única mandataria de nuestra historia y del hemisferio en tener un 95% de desaprobación, una reciente encuesta sobre líderes políticos demuestra que el más desprestigiado de todos es Waldemar Cerrón, quien tiene un 85% de desaprobación.
El Dina-cerronismo viene cogobernando y co-destruyendo al país. Ambos van a ser muy castigados por el pueblo con sus marchas y votos.
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