Nada más conocerse el acuerdo al que llegaron el PP, CIUDADANOS y VOX para desalojar al
PSOE de la Junta de Andalicía, le faltó tiempo a Pedro Sánchez para calificar esa concordia como el
Pacto de la Vergüenza.
La prepotencia y soberbia de este hombre sólo tienen parangón con el descaro con el que intenta
engañar a los españoles.
Pensará que todos somos tontos, menores de edad o discapacitados mentales. Como un ilusionista
pretende escamotearnos la realidad y hacernos ver lo que a él le conviene.
Igual ocurrió con el vuelo de placer en Falcon para presenciar un concierto en Banicasín en el que
intentó hacernos creer que sólo había costado 282,92 euros.
Según fuentes profesionales del sector de la aviación, se estima que el consumo promedio de un
Falcon 900B son de 1.500 kilos de combustible por hora. Sólo en carburante, según esa información, el
gasto aproximado sería de 5.000 euros para un trayecto de ida y vuelta.
Lo dicho, esta persona pensará, en su falta de luces, que nosotros somos tontos o algo parecido.
Vayamos por partes: las tres formaciones políticas mencionadas están legalmente constituidas y
con todos los pronunciamientos de la Ley a su favor.
Por cierto, hay una cosa que me llama poderosamente la atención: Los medios de comunicación,
hablados, escritos o televisivos, cuando se refieren a Vox lo califican como partido de ultraderecha, en
cambio no denominan de ultraizquierda a Podemos. ¿a qué se debe esa malévola intención?
Entre otras cosas, más o menos discutibles y realizables, el ideario del primer partido propugna la
unidad de España, el mantenimiento de clase media, la eliminación de los elevados impuestos, la
seguridad de nuestras fronteras y el recorte de tantas libertades como hay.
Posiblemente estas apetencias podrán ser suscritas por muchos españoles, por lo menos los
400.000 que han sido los que lo han votado en las pasadas elecciones andaluzas.
Podemos, en cambio, entre otras cosas que no vamos a analizar, está dispuesto al asalto a los
cielos, las hemerotecas pueden hablar de ello. Como su dirigente, Pablo Iglesias es ateo manifiesto,
entendemos que no se trata del asalto al cielo que preconizan distintas religiones, sino la toma por la
violencia del poder, como se enseña en cualquier “catecismo del buen comunista”, pues una de las
definiciones de asaltar es: atracar y robar de manera repentina y de sorpresa a alguien o cualquier cosa.
¿A qué viene entonces de denominar como de vergüenza los pactos que lleven a cabo entre ellas?
Viene a que los socialistas no son capaces de soportar que los andaluces hayan optado por
desalojarlos del cortijo que consideraban como suyo desde hace casi cuatro décadas.
Posiblemente este Pedro haya sentido en sus posaderas la bofetada sin manos que ha recibido
Susana Díaz.
Bien merecida la tiene, pues si califica como Pacto de la Vergüenza al acuerdo al que han llegado
tres partidos constitucionalistas, ¿como podríamos denominar al apoyo que ha recibido de formaciones
políticas que quieren destruir España, como los separatistas catalanes y los asesinos etarras?
Con toda justicia y sin temor a equívocos podemos llamarlo como el Pacto de la Traición pues
traición a España es llegar a acuerdos para gobernar con los que quieren destruirla.
La actitud de Sánchez no merece otro calificativo sino el de abyecta.
Indigno, sí. Indigno es Pedro Sánchez que debe su mandato a los que desean terminar con la
unidad de España.
Innoble sí, porque, tras su elevación al poder, manifestó que convocaría elecciones y hasta ahora,
faltando a su palabra, como un felón, no lo ha llevado a cabo.
Pero realmente es alucinante, que hasta desde países extranjeros, como Francia, Macrón se haya
atrevido a anatematizar este pacto. ¿Quién le ha dado vela en este entierro? ¿Quién lo ha llamado a
arrebato? ¿Acaso no tiene problemas más que suficientes en su país como para que venga a entrometerse
en los asuntos de la soberanía de España?
En verdad es increíble que quien tiene conflictos tan serios en su tierra se entremeta en lo que
ocurre en un estado soberano como España. Con esto lo que demuestra es que todavía no se ha
desprendido de su pasado socialista.
Volvamos a Pedro Sánchez para decirle que de vergüenza es mantenerse en el poder conseguido
con los enemigos de España para satisfacer su ambición.
Lo mejor que puede hacer es convocar elecciones, como dijo, pero no lo hará porque el sillón de
la Moncloa abriga mucho y fuera el frío es insoportable.
|