La semana pasada, mientras los medios de comunicación se centraban en la cumbre que estaba teniendo lugar entre el presidente de Corea del Norte y el presidente Donald Trump en Vietnam, y el testimonio ante el Congreso del ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, las noticias pasaron por alto una conferencia de prensa que anunció una legislación que podría salvar millones de vidas en Estados Unidos. La congresista demócrata de Seattle Pramila Jayapal presentó el proyecto de Ley Medicare para todos de 2019, el intento más reciente para aprobar un sistema de salud de cobertura universal. El proyecto de ley de Jayapal tiene 106 copatrocinadores, cerca de la mitad de los demócratas de la Cámara de Representantes.
Jayapal es la copresidenta del Bloque Progresista del Congreso, el más grande de la Cámara de Representantes. Entre los copatrocinadores del proyecto de ley se encuentra la representante demócrata de Michigan Debbie Dingell, que asumió en lugar de su difunto esposo, John Dingell Jr., quien fuera el miembro del Congreso con más años de servicio en la historia; ocupaba su escaño desde 1955. John Dingell, que falleció en febrero a la edad de 92 años, era un firme defensor del sistema de salud universal e introdujo anualmente legislación al respecto durante sus 60 años en el cargo. Se había inspirado en su padre, John Dingell Sr., quien ocupó ese mismo escaño en el Congreso durante los 18 años anteriores al período de su hijo. El congresista Dingell Sr. presentó por primera vez la propuesta de un sistema de salud universal en 1943.
Este año, con la nueva composición del Congreso –la más diversa en la historia de Estados Unidos–, los intentos que llevan más de 75 años para asegurar la atención médica universal podrían haber llegado a un punto de inflexión. Aunque no se llegue a aprobar, lo cual es probable dado el predominio republicano en el Senado y la Casa Blanca, el sistema de salud de cobertura universal será sin duda un tema central en la campaña presidencial de 2020.
En una conferencia de prensa frente al Capitolio de Estados Unidos, en la que anunció la presentación del proyecto de ley de sistema universal de salud, en medio del frío y rodeada de colegas y simpatizantes, Jayapal declaró: “¿El plan es audaz y ambicioso? Claro que sí, porque tiene que serlo. La escala de nuestra crisis de acceso a la atención médica es enorme, y nuestro plan tiene que abordar la profunda enfermedad de nuestro sistema de salud con fines de lucro… Si pudimos poner fin a la esclavitud, si pudimos otorgarles el derecho al voto a las mujeres, si pudimos enviar un hombre a la luna, entonces podemos brindar atención médica universal para todos los estadounidenses”.
El programa Medicare, aprobado en 1965, es un programa nacional de seguro de salud que financia los costos médicos de las personas mayores de 65 años. Su popularidad es confirmada encuesta tras encuesta. El simple hecho de ampliar la elegibilidad, ahora a partir de los 65 años, para que se pueda optar desde el día del nacimiento, creará un sistema universal comparable al de la mayoría de los demás países industrializados del mundo.
En las raras ocasiones en que los defensores de “Medicare para todos” son entrevistados en la televisión, lo que les preguntan es cuánto cuesta. Es entendible, pero ¿qué pasa con los enormes costos del sistema actual? El miércoles, en una entrevista para Democracy Now!, Jayapal expresó: “Nuestro sistema de atención médica actual asciende al 18% de nuestro PBI. En [los próximos] 10 años, gastaremos 50 billones de dólares en el sistema de atención médica actual… No es que estemos gastando todo este dinero y tengamos mejores resultados que el resto del mundo. Estados Unidos, en comparación con todos nuestros pares, está en último lugar en cuanto a índices de mortalidad infantil, mortalidad materna, en términos de nuestra esperanza de vida”.
El economista Robert Pollin, de la Universidad de Massachusetts, publicó recientemente junto a otros colegas un análisis exhaustivo de “Medicare para todos”, confirmando que no solo no resultaría demasiado costoso sino que, de hecho, ofrecería mejores resultados por menos dinero. “En general, los costos de la atención médica en EE. UU. podrían disminuir cerca del 19% en comparación con el sistema existente”, detallaron. Los ahorros en el costo tienen en cuenta el aumento de la demanda de atención médica, ya que actualmente cerca del 30% de las personas en Estados Unidos no tienen seguro médico o el que tienen no les alcanza; por ello, simplemente no procuran tratamiento médico cuando lo necesitan, ni atención preventiva.
Jayapal y los copatrocinadores de su proyecto podrían tener un aliado inesperado en su búsqueda de Medicare para todos. En su libro titulado “El Estados Unidos que merecemos”, publicado en el año 2000, el empresario estadounidense Donald J. Trump escribió: “Soy un conservador en la mayoría de los temas, pero en cuanto a esto soy liberal. No deberíamos escuchar tantas historias de familias arruinadas por los gastos de salud. No deberíamos permitir que los ciudadanos con problemas médicos no reciban tratamiento debido a problemas financieros o trámites burocráticos”. Más adelante, al analizar el sistema da salud de Canadá, agrega: “El plan canadiense también ayuda a los canadienses a vivir más tiempo y más saludables que en Estados Unidos. Necesitamos, como nación, reexaminar el sistema de salud universal, como lo están haciendo muchos de nuestros estados”.
El presidente apoyó el sistema de salud de cobertura universal en el año 2000, pero ahora se opone. Más allá de que Trump pueda ser presionado para apoyarlo nuevamente, Jayapal está avanzando. Cuenta con el apoyo de ejecutivos de hospitales y empresarios republicanos, que saben que el sistema de seguro médico actual con fines de lucro cuesta demasiado dinero y no le sirve a la gente de este país. Para el campo cada vez más numeroso de los aspirantes a la presidencia demócrata, “Medicare para todos” se ha convertido en un asunto definitorio, acogido por muchos de los candidatos anunciados.
Después de 75 años de debate, con costos de atención médica que están fuera de control y una calidad de la atención que ha quedado por debajo de los países con el sistema universal, este es el momento para por fin tener Medicare para todos. Es cuestión de vida o muerte.
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