No es suficiente con que esté prohibido que estas aeronaves surquen los espacios aéreos de 43 Estados. En nuestro planeta existen unos 200 países y los viajeros tienen que estar protegidos. No es lógico que al embarcarse en un vuelo cada pasajero tenga que investigar para saber el modelo de avión en el que se va a trasladar.
Por tanto, como las compañías aéreas operan en todas las naciones tendría que quedar claro que los Boeing 737 MAX 8 no pueden volar en ninguna zona del mundo, así de claro y rotundo. Si esto no se logra siempre habrá recelos e inseguridades en las personas que suben a los aviones.
Mientras no se esclarezcan las causas de los dos últimos accidentes de este modelo de avión no pueden seguir transportando pasajeros en ningún país del planeta.
Las informaciones no son tranquilizadoras. Es lamentable, en mi opinión, que no haya habido, según dicen, suficientes horas de formación para que los pilotos de la aviación comercial dominen el despegue de una manera exhaustiva en este modelo de avión.
Los pilotos deben conocer de una forma minuciosa que capacidad de reacción pueden poner en práctica si afrontan una situación de mucho riesgo en la operación de despegue. Y los problemas en los Boeing 737 parece que proceden de la zona de la cola de la aeronave y de unas condiciones técnicas más complejas para hacerlos volar.
En los demás tipos o modelos de aviones parece que existen sistemas más seguros y redundantes a la hora de iniciar los vuelos. Es lo que se deduce de la información que se ha difundido en los medios de comunicación estos días.
Lo que no me explico es cómo ha superado este modelo de avión los controles técnicos y de seguridad antes de ser ofrecido a las compañías aéreas que operan en todo el mundo. Me parece que en la aviación comercial lo fundamental es no cambiar lo que ya funciona bien en los aviones. Especialmente todo lo relacionado con el despegue y el aterrizaje que son los momentos más peligrosos o de más riesgo.
Todo lo referido a la potencia de los motores y a los alerones y elementos similares debe ser minuciosamente controlado con comprobaciones y numerosas pruebas y ensayos. Soy consciente de que esto ya se hace.
En cualquier caso, parece que en este nuevo modelo de Boeing las revisiones no han sido especialmente profundas en algunos aspectos clave.
Lo que no se comprende es que la propia Boeing todavía no ha descartado paralizar la flota de este modelo. Aunque esta empresa norteamericana ya ha vendido más de 5.000 aviones Boeing 737 MAX esto no significa que los viajeros tengan que aceptar los riesgos de volar en este tipo de aparatos.
Aunque en Europa, Estados Unidos y otros países no puedan volar en su espacio aéreo podría haber algunos Estados en los que siguieran volando. Las mejoras urgentes que va a realizar Boeing en este modelo de avión están por ver. Mientras tanto lo prioritario es la seguridad y tranquilidad de todos los pasajeros en todo el planeta.
Se sabe que más de treinta millones de vuelos surcan los cielos cada año. Ciertamente, volar, en general, es muy seguro, pero eso no supone que la gente tenga que afrontar riesgos innecesarios. Si Boeing tiene que afrontar pérdidas de miles de millones de dólares, causadas por la sustitución de este modelo de aviones o por su mejora, es su problema y no es el de los viajeros que tienen derecho a una adecuada seguridad que nunca puede ser absoluta.
Si bien esto no presupone que los Gobiernos de los Estados permitan que este modelo de avión siga surcando los aires. Cuando se esclarezcan las causas exactas de los dos últimos accidentes que han producido la muerte de cientos de personas se podrán tomar medidas precisas. De todos modos, ya existen datos que aportan una información valiosa y que indica las posibles causas de los accidentes, ya que ambos fueron parecidos.
La investigación de este último accidente en África puede tardar varios meses. Como hay compañías aéreas que operan en muchos países lo mejor sería que la ONU o algún organismo internacional prohibieran el vuelo de los Boeing 737 MAX.
Que un buen vino enriquece el cuerpo y el alma es algo que siempre he creído, es decir, catar un buen vino es uno de los grandes placeres de la vida. Por eso, permítanme desde estas líneas desarrollar una breve historia del vino. Su origen se sitúa por los años 6.000 a 5.000 a. C., pero las primeras cosechas de la vid datan de dos mil años después en las tierras de la antigua Mesopotamia.
A lo largo de los dos últimos años estoy inmerso en una nueva experiencia, lo que me está permitiendo conocer mejor el mundo de los jóvenes de hoy. Se trata de mi cuarta experiencia en las aulas. La primera la realicé en los años sesenta, la segunda en los setenta, la tercera en los dos mil y la actual, desde el 2023.
El problema más grave de la Unión Europea es su generalizada inconsciencia, blindada ésta mediante unos cortafuegos que impiden que el malestar de los ciudadanos se materialice de forma adecuada. Bloomberg, empresa mundial de información financiera, afirma que “Alemania se desmorona cuando Europa más la necesita”.