La irrupción de VOX en los medios de comunicación, algo de lo que espero no tengamos que arrepentirnos en un futuro cercano, se ha convertido en una especie de show mutuo, que consiste en que uno propone el uso de armas de fuego, entre otras tantas barbaridades, y después los demás se suman a ver quién le dedica más minutos de televisión y espacio en los periódicos y radios.
Tiene razón el PACMA, cuando dijo que no entendía su inclusión en el debate de Atresmedia cuando ellos obtuvieron muchísimos más votos en las elecciones generales de 2016. Y tienen todavía más razón aquellas formaciones territoriales con representación parlamentaria en el Congreso, a las que también se ha ignorado. Como se les ignoró en el debate de aquellas elecciones, en las que sí participaron Podemos y Ciudadanos, cuando todavía no tenían dicha representación.
Visto lo visto, lo ideal sería que –por ley- cada vez que haya elecciones generales se produzca un cara a cara entre el presidente en funciones y el líder de la oposición. Y, paralelamente, otro debate entre el resto de formaciones políticas con representación parlamentaria. Añadiría un tercero para el resto de formaciones que no la tengan, pero sí la posibilidad y el mismo espacio televisivo para dar a conocer sus programas electorales. A partir de ahí, libremente y pactando entre sí, que se produzcan otros debates como buenamente se pongan de acuerdo.
Pablo Casado está cansado de pedir un cara a cara con Pedro Sánchez, que pierde una ocasión única para rematar a la oposición ahora que tiene el viento a favor, y explicar mejor las políticas de ambos. Y ahora que ha vuelto el debate sobre la eutanasia, sería el momento de que los dos se puedan posicionar de forma clara.
Hasta donde yo lo he entendido (por eso me falta un cara a cara, para tenerlo más claro), Pedro Sánchez está a favor de la ley de eutanasia para que no se repitan casos como el de María José y Ángel, que terminó detenido durante unas horas y el caso está en un juzgado de violencia de género, y su actuación sea completamente legal. Por su parte, Pablo Casado tiene unas políticas sociales y económicas (como subir el salario mínimo a 850€, cuando hoy está en 900€), propias de una persona y partido político que, de llegar de nuevo al poder, estoy convencido de que también apoyaría la ley de eutanasia… para las personas que sí queremos seguir viviendo.
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