Dos tercios de las organizaciones sanitarias han sufrido una brecha de seguridad en el último año según un informe sobre la privacidad de datos.
El sector sanitario es uno de los sectores más afectados por este tipo de problemas de seguridad debido a que cada vez más profesionales de la rama sanitaria tienen la posibilidad de acceder a historiales médicos de pacientes desde lugares públicos.
La historia clínica electrónica es el registro mecanizado de los datos médicos de un paciente. Con la entrada en vigor del RGPD los cambios en el ámbito de la seguridad y privacidad resultaron obligatorios. Proteger dicha información de miradas ajenas es fundamental, puesto que muchas de las brechas de seguridad se producen por esta vía además de por el hackeo de distintas bases de datos.
La creciente importancia por la seguridad de los datos en el sector ha llevado a las organizaciones sanitarias a nivel mundial a incrementar el gasto en ciberseguridad. Un 76% de estas organizaciones lo harán en los próximos años.
Un 92% de los trabajadores trabajan con un ordenador portátil fuera de la oficina y dentro del ramo sanitario cerca del 65% también se lleva parte del trabajo fuera de la consulta.
La mejor forma de proteger los datos que aparecen en pantalla es utilizando los filtros de privacidad como recomienda Fellowes en este estudio.
Fundamentalmente por tres motivos: 1.- Es una manera de cumplir con el RGPD ya que evitan las miradas de los curiosos que buscan información confidencial.
2.- Ahorro de multas que pueden llegar a suponer 20 millones de euros por brechas en la seguridad relacionada con datos de los pacientes.
3.- Evitar daños irreparables en la reputación en el sector sanitario por el celo de la información confidencial.
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