Me parece que la sociedad se está volviendo loca. Mientras unos luchan por conseguir mejoras salariales, otros obtienen a cambio de sus habilidades de todo tipo –muchas veces difíciles de entender-, unas compensaciones económicas exageradas.
El arriba firmante recuerda su paso por la vieja fábrica textil Intelhorce. A mediados de los sesenta me incorporé como empleado de dicha empresa dentro del departamento de contabilidad. Mi inquietud por lo social me llevo a presentarme a las elecciones sindicales. Me eligieron como uno de los representantes de los administrativos y, al ser el más joven, me nombraron secretario del comité de empresa. En aquél año nuestras reivindicaciones pasaban por la subida de una o dos pesetas del salario base que ascendía a 82 pesetas diarias. No tienen idea de lo que nos costó. Sin comentarios.
Dentro de unos días se va a iniciar un programa en Telecinco al que se incorporará lo mejor de cada casa. Ha trascendido a los medios que uno de los participantes –Isabel Pantoja- percibirá un salario de 80.000 € semanales. El resto, un grupo de “especialistas” en estos temas, se conformará con bastante menos. Es decir la señora Pantoja percibirá cada semana el salario que obtendrían a lo largo de ¡siete años! los españolitos aspirantes a mileuristas… si algún día lo consiguieran.
Hay otro sueldecito que me deja atónito; el de los futbolistas. Además de lo que cobran los grandes divos –tipo Messi- me entero que el jugador del Manchester United, que se enfrentó como suplente el pasado martes al Barça, percibe un salario de más de 200.000 € semanales.
Me parece que nos estamos desmadrando. Si cobran estas barbaridades es porque nosotros las pagamos consumiendo los programas de televisión y, por consiguiente, los artículos que se anuncian, además de hacer efectivas las cuotas de la televisión de pago.
Me imagino que mucha gente pensará como yo. Además, alguno, se ha mojado adecuadamente. Ha llegado a mis manos una carta que ha remitido un enfermero de ambulancia a la cadena promotora del programa. En dicho escrito el amigo Alberto Luque Siles, que así se llama el aspirante al concurso, se compromete a ir totalmente gratis y poner a disposición del “reality” todos sus conocimientos a lo largo de una vida de trabajo y servicio a los demás. Tan solo pone una condición: que el importe de sus premios se destine a subvencionar la “Fundación Menudos Corazones” que ayuda a los 4000 niños/niñas que cada año nacen en nuestro país con cardiopatía congénita.
Mi buena noticia de hoy me la proporciona este enfermero concienciado en la ayuda a los demás que predica… y se compromete a dar trigo.
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