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Carta abierta a Gloria Serra, columnista de La Vanguardia

“El primer paso de la ignorancia es presumir de saber” Baltasar de Gracián
Miguel Massanet
lunes, 22 de abril de 2019, 10:05 h (CET)

Muy señora suya, ya que nada más lejos de mi intención considerarla de mi propiedad, ni tan siquiera quisiera tenerla como alguien en quien confiar o a quien pedirle consejo porque, visto lo visto, no es Ud. más que una más, de este podrido mundo de la prensa, que se dedica a apoyar de una forma harto procaz a estos independentistas que ya han decidido que van a apoyar al señor P.Sánchez, del PSOE, sólo porque saben que, con él, el camino que tienen trazado hacia esta utópica independencia que pretenden que, el resto de España, les llegue a conceder, posiblemente tendría más posibilidades a tenor de algunas de las declaraciones que, el líder de los socialistas, se viene permitiendo hacer en plena campaña electoral cuando, en una entrevista a La Vanguardia y a una pregunta del entrevistador, el señor Marius Carol (uno más de los periodistas afectos a las pretensiones del catalanismo soberano), respondió con esta equívoca frase: “Porque además, ahora mismo en Cataluña reivindicar el autogobierno es reivindicar la convivencia, que es el verdadero problema de Cataluña” ¿Cómo interpretar al señor Sánchez? ¿Qué sentido se le pueden dar a estas palabras, que parecen reducir a la cesión del autogobierno catalán el único medio de conseguir la convivencia dentro de la comunidad catalana?


Uno se podría extrañar de que, una persona ya bregada en las labores periodísticas, como se le supone a Ud. , pudiera incurrir en errores de tanto calado como los que se ha permitido incluir en su desafortunado artículo de hoy, en La Vanguardia, titulado Paquito el Chocolatero, en el que, suponiendo que haciendo referencia al general Francisco Franco, se ha permitido calificar de “admiradores de Hitler” a unos generales que, haciendo uso de sus derechos como ciudadanos, han decidido acudir, incluidos en diversas listas electorales, a los comicios del próximo día 28.Pero si está claro que, don Pedro el del Falcon, no se corta lo más mínimo cuando se trata de catalogar a sus adversarios políticos, a los que, por conveniencias de tipo electoral, se empeña en meter en un mismo saco aunque existan verdaderas e importantes diferencias en muchos de los puntos que cada una de ellos defiende en sus respectivos programas; también lo es que se muestra extraordinariamente obsequioso con aquellas formaciones de izquierdas de las que piensa valerse para gobernar. Lo que sí es evidente, es su apuesta por Podemos como compañero de viaje en la próxima legislatura, si es que consiguen gobernar por haber alcanzado el número preciso de escaños para tener la mayoría. Lo deja claro en sus comedidas alabanzas hacia la formación de Pablo Iglesias, cuando dice: “Podemos ha arrimado el hombro demostrando que la izquierda tiene respuestas” En su apresuramiento, seguramente se le olvidó calificar al partido de Iglesias de “extrema-izquierda” que es, en realidad, el calificativo que les corresponde a los comunistas bolivarianos que nos envió a España el señor Maduro, después de que le ayudaran a convertir Venezuela en un país gobernado por el totalitarismo de tipo soviético, apoyado por el señor Putin.


Pero volvamos a su artículo y a lo que pretende Ud. con él. Es evidente que no da puntada sin hilo y que, de un tacazo, pretenden meter varias bolas por la tronera. Sabe del antimilitarismo que el separatismo ha logrado esparcir por una parte importante de la ciudadanía catalana y, al mismo tiempo, lo relaciona con otros partidos que sabe que son de derechas o liberales, para intentar acusarlos de tener intenciones militaristas y lo remacha todo relacionándolo con el franquismo y con el nazismo de Hitler ¡Perfecto, señora Serra, en pocas palabras ha puesto al PP y el resto de partidos que no son de izquierdas o separatistas, que poco se distinguen en sus objetivos de acabar con España, a las órdenes del señor Aznar, un político al que, pese a su retiro voluntario de la primera fila de la política, le siguen temiendo, sabiendo que siempre será un enemigo peligroso si se trata de luchar contra lo que pudiera ser la partición de la nación española. Y, señores soberanistas, por mucho que intenten mostrarse seguros de sus posibilidades de conseguir, por medios torticeros o por futuros gobiernos que se prestaran a traicionar a la nación española, seguirán estando para garantizar que ello no suceda, estos militares a los que tanto temen y tan mal tratan comunistas e independentistas, que van a impedir que sus proyectos separatistas nunca puedan alcanzarse; para ello la Constitución española, en su artículo 8º, garantiza que el Ejército se ocupará de mantener la legalidad si hubiera algún intento de acabar con la unidad del país.


Sin perjuicio de entrar más a fondo en la calificación que ha hecho de los militares que se presentan a las elecciones, tenemos que recordarle que el primer alto mando que se presentó a las pasadas elecciones fue, precisamente, uno que se unió a la formación Podemos y fue el general Julio Rodríguez, exjefe del Estado Mayor de la Defensa; pero también se ha olvidado de que, en el PSOE, apuestan por una excomandante señora Zaida Cantera; pero, claro, usted muy astuta se ha limitado a nombrar a los que concurren en las filas de VOX, el PP o Ciudadanos ( la triple derecha según el señor Sánchez). Sin embargo, hay algo que parece que, tanto comunistas como separatistas, no logran olvidar y se empeñan en mantener, después de más de 80 años del inicio de la Guerra Civil española (algo que las izquierdas no han sido capaces de digerir pasadas ocho décadas, durante las cuales se han emperrado en ir trasmitiendo, de generación en generación, sin que en todo este tiempo hayan sido capaces de olvidarse de una contienda en la que ambas partes sufrieron bajas dolorosas entre sus deudos) y este algo es que fueron derrotados en los campos de batalla. Una cuestión que, sin embargo, no se da entre las derechas, que han conseguido cicatrizar sus heridas como se demostró, por otra parte, con lo que fue el paso ejemplar del régimen de la dictadura a la democracia, gracias a que, los que entonces mandaban, tuvieron la grandeza de permitir que se produjera una cuestión tan traumática como fue la legalización del partido comunista de Carrillo.


No obstante dice más cosas, en su artículo, que demuestra su intención de relacionar la participación de los generales, como candidatos, con lo que usted pretende insinuar respecto al hecho de ser generales u otros cargos militares retirados con la idea de que, todas estas personas, pudieran identificarse con los ideales franquistas, como si hubieran pertenecido al Ejército que acompañó a Franco en sus campañas durante la Guerra Civil. Nada de esto es cierto porque, la mayoría de los que participaron directamente en aquella contienda hoy en día superarían los 100 años suponiendo que siguieran viviendo. Si se tiene en cuenta que, un general del Ejército español debe retirarse, obligatoriamente, a los 60 años, un coronel a los 55, un Tte. Coronel a los 52, es evidente que ninguno de ellos pudo estar en la guerra civil (hace 83 años) y ser uno de los generales u otros cargos militares que se presentan hoy como candidatos. La relación es inexistente y, por tanto, la presunción que hace la señora Serra, carente de cualquier base probatoria alguna respecto a las ideas políticos que pueda tener cada uno de ellos. Otra cosa es el evidente esfuerzo de esta señora en desacreditar a los partidos políticos que han puesto en sus filas a estos antiguos militares, en su intento de presentarlos como militaristas.


No contenta con manipular los hechos y las circunstancias, no ha querido dejar en saco roto otros de estas burdos intentos de mezclar religión con política, aprovechándose de que, estos días, ha salido a la palestra uno de estos temas antifranquistas, que parece que no van a dejarse de producir mientras, en esta nación, no aprendamos a relacionarlo todo como una situación existente a partir de los años 30 del pasado Siglo, donde hubo lo malo y también lo bueno y no se puede hablar sólo de lo malo que hicieron unos y olvidarse de lo malo que hicieron los otros ya que hubo muchas cosas que se han “olvidado” y de las que no se habla. En este caso se trata de que hay una cofradía, con una virgen que lleva un fajín con los colores de la insignia nacional que, al parecer, fue donada por el general Franco. Una cuestión baladí que no debiera de haberse sacado de contexto, pero la infamia de los rencorosos comunistas y sus esfuerzos por buscar, en cualquier detalle, un medio para seguir injuriando al anterior Jefe del Estado, demuestra lo difícil que les fue a aquellos rojos que, siendo superiores en número y medias, permitieron gracias a su incapacidad, sus luchas intestinas y su falta de disciplina, que unos pocos consiguieran darle la vuelta a una contienda que era muy difícil que consiguieran ganar. Ud. no ha podido resistirse a hacer mención de ese caso, así como aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para hacer una crítica inapropiada, fuera de lugar y evidentemente tendenciosa por la presencia del expresidente, señor Aznar, en las procesiones de Sevilla. ¿Qué bilis lleva usted acumulada, en su alma, para que necesite acudir a semejantes martingalas informativas, mejor dicho, desinformativas, para quedarse satisfecha de sí misma y además complacer a aquellos que le están dando de comer por escribir en este periódico catalán separatista?

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, observamos cómo, La Vanguardia de Barcelona, se viene haciendo eco de una forma harto tendenciosa, con una visión evidentemente manipulada y con una pertinacia digna de mejor empleo, de lo que podríamos calificar de tres cuestiones en las que, por lo visto, se sienten obligados a tratar con su particular visión de periódico separatista, y que podríamos resumir: primera, darle caña al señor Trump, presidente de los EE.UU al que, venga bien o no, tengan razón o estén equivocados, de una forma imparcial y subjetiva, con toda la mala fe de quienes tienen por único objetivo desacreditar y luchar contra sus ideas, aunque sean buenas para los EE.UU; segunda, cargar contra cualquier partido de la derecha que estén en contra de que Cataluña intente separarse del resto de España y tercera, no dejar títere con cabeza, atacando con especial inquina y buscando la menor excusa para desacreditarlo en cuanto se trata de poner de chupa de dómine al PP, sus directivos y sus votantes; manteniendo una guerra sin cuartel que siempre intenta culminar acercándose a los partidos de izquierdas con los que se esfuerzan, como ya hicieron con el Pacto del Tinell, en poner a su alrededor el llamado cinturón sanitario para impedir que ninguna de sus propuestas pudiera ser aprobada en el Parlamento de la nación. No sabemos si por ignorancia histórica, si por despecho o debido a un cúmulo de pasiones que Ud. no es capaz de contener, que se traslucen a través de su columna, en la que deja que la bilis de su corazón contra España y los españoles de derechas fluya con libertad aunque, para ello, deba de mentir o dar falsas información. Como podrá comprenderé somos muchos los que no vamos a soportar sin protestar esta sarta de memeces, errores y opiniones manipuladoras con las que quiere confundir a la opinión pública, barriendo hacia su casa. Conténgase y reflexione sobre lo que dice.

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A veces puede más el vicio que la voluntad. Me había planteado no escribir más “artículos” (las comillas son porque pienso que mis expresiones son más bien escritos, ya que, servidor sólo es un humilde escribidor), pero hay cosas en este país que son muy difícil pasar por alto. Cosas que los medios de desinformación nunca acometen, aunque sean de cierta relevancia para el conjunto de la ciudadanía en razón de que constituyen una especie de impuesto más; independientemente, de los muchos que ya pagamos.

Con luces navideñas inundando el paisaje de ciudades y pueblos, transcurre la espera de las fiestas de Navidad: una sucesión de eventos religiosos con uno muy especial, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre en el seno inmaculado de la Virgen María,  para reparar al Padre de los Cielos por nuestros pecados y salvarnos del castigo eterno que merecemos. Él nos trajo la salvación, la salud y la paz.

 
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