13 de mayo. Virgen de Fátima y noticias electorales ante un semáforo en la Plaza de las Cortes: Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a presidir la CAM, en un acto de Europa Press. Y Pablo Iglesias, en Nueva Economía Fórum, con Isa Serra, su candidata en la CAM frente a Gabilondo. Puede que la alcaldesa Carmena y quienes asesoraron entonces no previeran consecuencias, pero en el semáforo pusieron muñequitos. En aquel momento había dos, de color verde, agarraditos de la mano y como si uno tirara del otro.
Frente a los muñecos, convinimos en porqué convenía escuchar a Pablo Iglesias y no a Gabilondo. Al cabo de unos minutos, Europa Press, agencia de noticias, nos daba la razón publicando las conocidas propuestas de Gabilondo: Pedirá un esfuerzo en el impuesto de sucesiones a partir de ciertas cantidades que no concreta. Quiere renegociar la deuda de la Comunidad de Madrid. Y responde a Errejón que no le faltan “ganas” y quiere huir de los bloques: “Los bloques bloquean”.
Dada la situación y en campaña electoral, parecía lógico que Pablo Iglesias aprovechara la Tribuna de Nueva Economía Fórum para tratar de enmendar errores y mejorar las expectativas electorales de su formación política. Lo intentó, pero no se atrevió a hacerlo con agallas. En Madrid, con la taurina Feria de San Isidro encima, en vez de irse a por el toro electoral, a torear por lo derecho y desde los adentros de las convicciones propias, optó por la lidia insulsa del que está con la ilusión escasa, apático y desentrenado; o fuera de sitio. En lugar de hacer lo que se esperaba de él, se fue a lo fácil: Lo que llamó ‘análisis del contexto en que nos encontramos’ referido a la situación europea, el brexit y las variaciones imprevistas de la última década que abocan a un nuevo modelo de actividad política.
Tras Iglesias, era difícil que Isa Serra pudiera lucir como oradora. Con el discurso preparado, Serra trató de colocar sus mensajes basados en las antaño potentes ideas de Podemos. Pero se encontró con los dos estorbos que lastran el trabajo y las posibilidades de su formación: El ego de Pablo Iglesias, al que se supedita en Podemos hasta la ilusión de una joven y valiente candidata. Y el agotamiento de las propuestas, revenidas y fuera de momento, que entusiasmaron hace años pero que, sin actualizar, ya no ilusionan y parecen agotadas.
Acabado el discurso de Serra, en el turno de preguntas, convenía saber las expectativas de Unidas-Podemos, la posición personal de Iglesias, y los pactos entre PSOE y Podemos. La pregunta fue para Serra, como oradora principal: “En la prensa de hoy (ABC y El Confidencial) está el supuesto desmoronamiento de Podemos y la pérdida de liderazgo de Pablo Iglesias ¿Con vistas a una colaboración con el PSOE, cómo cree que van a influir ese desmoronamiento y la pérdida de liderazgo”?
Pero Serra no contestó, lo hizo Iglesias. Desde la posición del principio, restando protagonismo a su candidata, con palabras huecas y sin entrar en el deterioro de Podemos y el declive de liderazgo por los que se preguntaba: “Estoy convencido que vamos a gobernar juntos tras un proceso de llegada que va a resultar largo. Habrá muchísimas presiones y ABC hablará del hundimiento de Podemos. Pero nos vamos a poner de acuerdo”.
Después, siguieron las preguntas a Serra; y ésta se aplicó con mensajes electorales sobre: Qué persiste del Podemos 15-M. Cómo controlar la prostitución. Revertir privatizaciones en sanidad. Cómo recuperar titularidad de viviendas públicas cedidas. Reparto de apoyos entre Carmena y Sánchez-Mato o entre PSOE y su hermana. Reformas fiscales. Colegios concertados. ‘La Ingobernable’ en el centro de Madrid. Voto joven. Universidad pública...
Hubo una anécdota, simpática, que demostró su talante. Hablaba sobre las ayudas en la Universidad y se equivocó proponiendo un ‘aumento de vacas’. Al darse cuenta, aunque nerviosa, supo improvisar y corrigió, sustituyendo las vacas por un formidable ‘aumento de becas’.
Al salir, ya en la calle y al cruzar, otra vez los muñequitos del semáforo. Agarraditos de la mano, uno delante y otro detrás, como tirando el primero y el otro dejándose llevar. Los muñecos que llegaron al semáforo con Carmena. A la vez, la actualidad política del día: PSOE con Gabilondo y Pablo Iglesias en Podemos. También muñequitos verdes. Pero...
El semáforo y los muñequitos verdes cambiaron de color.
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