En los últimos cinco años, solo el 51% de las personas con obesidad han consultado a su médico acerca de su peso. Además, el tiempo medio entre el momento que empieza la preocupación por parte del paciente respecto al peso y el inicio de conversaciones con el médico es de 6 años, según los últimos datos del estudio internacional ACTION IO (acrónimo en inglés de Concienciación, Cuidado y Tratamiento en el Manejo de la Obesidad, una Observación Internacional), el mayor de su tipo hasta la fecha en investigar qué obstáculos dificultan el abordaje de la obesidad desde la perspectiva de las personas que la padecen y de sus profesionales médicos.
Los resultados del estudio, que han sido presentados durante el 26º Congreso Europeo de Obesidad (ECO, en sus siglas en inglés), revelan, además, que el 81% de las personas con obesidad afirman haber hecho, al menos, un intento serio de perder peso y consideran que es únicamente su responsabilidad lograrlo, mientras que la percepción de los profesionales médicos es que solo el 35% de ellas ha realizado dicho esfuerzo. “Globalmente, la opinión de las personas con obesidad orienta a un papel casi total de los pacientes en la pérdida de peso, minimizando la biología y las causas de obesidad. Además, el tiempo medio de seis años entre el momento que empieza la preocupación por parte del paciente respecto al peso y el inicio de conversaciones con el médico es muy elevado” –explica el doctor Javier Salvador, director del departamento de endocrinología y nutrición de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador en España del estudio ACTION IO–. “Sobre todo, si se tiene en cuenta que los datos sugieren que las personas con obesidad sí se encuentran motivadas, desean mantener conversaciones con su médico y no se sienten ofendidas al tratar el tema del peso”.
Estos resultados revelan la enorme brecha existente entre la percepción de médicos y pacientes en relación al interés por alcanzar una pérdida de peso. Para el Dr. Salvador, “la desalineación entre personas con obesidad y médicos representa serias barreras en la eficacia del tratamiento de la obesidad”.
De acuerdo con la investigación, uno de los principales obstáculos para el abordaje de la enfermedad es la falta de conversación en consulta sobre cómo gestionar el peso. El motivo principal por el que esto sucede, según apunta el estudio, es la falta de iniciativa por parte de los médicos: el 71% de los profesionales considera que las personas con obesidad no tienen interés en bajar de peso. No obstante, al 68% de las personas que la padecen les gustaría que fuera su médico quien iniciara la conversación sobre cómo gestionar su peso.
“Además, en el último año, solo un 11% de personas con obesidad han declarado haber perdido un 5% de su peso con un mantenimiento ulterior. En esto influye la baja tasa de diagnóstico de obesidad por parte de los médicos, que se sitúa en el 36%, y la baja programación de seguimiento, del 21%”, añade el Dr. Salvador.
La obesidad, una enfermedad crónica, multifactorial y compleja
Los resultados se presentan al mismo tiempo que numerosas organizaciones médicas, globales y europeas, han reconocido la obesidad como una enfermedad. “La obesidad es uno de los problemas de salud más complejos a los que se enfrenta la sociedad actualmente”, comenta el profesor Ian Caterson, director de la investigación ACTION IO y del Instituto Boden de la Universidad de Sídney. “Sin embargo, la manera en la que esta se afronta en la actualidad es demasiado simple si la comparamos con otras enfermedades crónicas”. La obesidad es una enfermedad crónica que requiere una gestión a largo plazo. Por su naturaleza compleja y multifactorial, puede tener causas genéticas, fisiológicas, medioambientales y psicológicas, y está asociada a graves problemas de salud.
El incremento global en la prevalencia de esta patología es un grave problema de salud pública que implica numerosos costes para el sistema sanitario. A pesar de ello, muchas de las personas que la padecen acusan una falta de apoyo a sus esfuerzos para perder peso, y la enfermedad permanece sustancialmente infradiagnosticada e infradenunciada.
Nuevos enfoques para el abordaje de la obesidad
“El estudio ACTION IO ha hallado evidencias suficientes de que existen numerosas barreras para realizar un buen abordaje de la obesidad. Dentro de la comunidad médica y sanitaria, es nuestro deber afrontarlas”, explica el profesor Caterson. “Deben ser los profesionales médicos quienes inicien la conversación con sus pacientes sobre cómo lograr una pérdida de peso, y esta ha de ser más temprana y efectiva, sin tener miedo a la ofensa” –apunta Caterson–. “Las personas con obesidad han afirmado con claridad que quieren perder peso y es labor de los profesionales sanitarios apoyarlas”. Además, según el Dr. Salvador, de los datos del estudio pueden extrapolarse una serie de oportunidades para el manejo de la obesidad: “Mejorar la educación sanitaria de las personas con obesidad y de los médicos, así como reconocer esta patología como una enfermedad crónica, incrementando, al mismo tiempo, los seguimientos que se consideran claves en el tratamiento de la obesidad es un primer paso para poder comenzar a reducir las barreras que dificultan la eficacia terapéutica y el control de la enfermedad”.
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