¡Qué le vamos a hacer! Tropezones en el Ayuntamiento de Madrid. De José Luis Martínez-Almeida, el alcalde, y la vicealcaldesa Begoña Villacís. No han entrado con buen pie en la Operación Chamartín. Villacís ha pegado un traspié, ha arrastrado al alcalde y los dos andan tropezando.
Cuando conocimos al hoy alcalde, nos encontramos con que conocía lo que Ahora-Madrid (alcaldesa Carmena y concejal Calvo) dejaba traslucir. Eran otros tiempos, él era portavoz del PP en la oposición municipal y trataba de asimilar, y administrar, lo que el Equipo de Gobierno filtraba a los grupos municipales, principalmente a través de la Comisión de Desarrollo Urbano Sostenible, que presidía Bosco Labrado, el concejal de Ciudadanos. A través del PP, podría haber conocido la información que tenían los ministros de Fomento del PP (Ana Pastor e Íñigo de la Serna), pero parecía no tener asesorías ministeriales. No obstante, conocía la Operación mejor que el resto de los grupos políticos municipales: El PSOE, que apoyaba a Ahora-Madrid, había sustituido a Carmona por Purificación Causapié y sólo tenía lo que daba Calvo. Ciudadanos, dirigido por Villacís, decidía que el asunto no lo llevara Labrado, que presidía la Comisión Municipal de Urbanismo, sino un aparejador que hacía de asesor, el actual concejal de Urbanismo Mariano Fuentes.
Hoy las tornas han cambiado, los madrileños han echado a Carmena y han hecho alcalde a Martínez-Almeida y vicealcaldesa a Villacís. Respecto a la Operación Chamartín, podría esperarse que ambos hubieran decidido qué hacer al tomar el poder. Pero, por lo visto, en sus pactos para convertirse en Equipo de Gobierno, la Operación Chamartín no ha merecido atención. Puede que ese haya sido el motivo del traspié y cambios de postura que conocemos; y que seguiremos.
Repasemos las posturas y declaraciones de Villacís primero (fue quien empezó) y Martínez-Almeida después (se dejó arrastrar), situándolas en el tiempo:
El 5 de abril de 2019, Villacís, candidata de C’s al Ayuntamiento de Madrid, aseguraba a la Agencia EFE que si gobernara “buscaría mejorar la Operación Chamartín” para aprobar en la próxima legislatura un proyecto mejor al pactado por Fomento, DCN y el Ayuntamiento de Madrid. El 23 de abril, insistía “No es nuestro Madrid Nuevo Norte, pero nosotros nunca vamos a ser un obstáculo para que esto salga adelante. Lo que sí vamos a hacer una vez gobernemos es mejorar el plan” (La Vanguardia). El 20 de junio, Merca2 titulaba “Ciudadanos pone en duda la Operación Chamartín”. Después recogía unas declaraciones de Villacís al diario El Mundo: “La Operación Chamartín va a salir lo antes posible, pero nadie puede pensar que en una operación que se va a desarrollar a lo largo de 20 años nada, nada va a cambiar”.
Ésa era la opinión de Villacís. Lógica: Ciudadanos no conoce la Operación con la profundidad de quien ha de decidir y antes de asumir postura procuraba ganar tiempo e información. Desde la vicealcaldía puede tratar de conseguirlos. Pero el tiempo, como el adjudicatario DCN, apremia. En cuanto a la información, es tan amplia que para utilizarla necesita entenderla y administrarla. Para ello, puede usar los Servicios Municipales Económicos, Técnicos y Jurídicos, que usó el equipo de Carmena. No es necesario entrar en el trato de C’s con los Servicios del Ayuntamiento, pero tampoco es ocioso constatar que, dada la complejidad de la Operación Chamartín en sus facetas económicas, técnicas, y jurídicas, ese trato es, como poco, peliagudo; y tan delicado que resulta insensato abordarlo sin preparar ni evaluar confianzas. C’s también puede usar la información que facilita DCN, aunque sea sesgada, sin comprometerse y libre de instrucciones. Es lógico que existan relaciones C’s-DCN, pero no las conocemos. Sí sabemos la postura de DCN: Adelantándose con lo que presumimos afán de colaboración, y sugiriendo la conveniencia de lo que una fuente nuestra define como ‘días para que los nuevos tomen tierra’.
Conocidos el criterio y postura de Villacís, conviene ver su influencia en Martínez-Almeida: Demasiada, hasta arrastrarlo a una posición zigzagueante en la que han aparecido rectificaciones impropias de quien ejerce la autoridad municipal. Veamos una publicación que muestra la influencia de Villacís y, a la vez, la postura de DCN: “El alcalde de Madrid renuncia a llevar al primer pleno de la legislatura la aprobación de la operación Chamartín, una decisión que satisface a DCN, la promotora del desarrollo, que prefiere retrasar el trámite hasta después del verano para evitar tropiezos que provoquen nuevos retrasos” (Raúl del Pozo-Vozpópuli).
Lo anterior es del día 10 de julio. Unas horas después, a las cinco de la tarde del día 11, el diario El País daba cuenta de la rectificación de alcalde y vicealcaldesa y del tropezón de ambos: “El alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP), y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (C’s), han anunciado en rueda de prensa que llevarán al pleno (próximo de julio) esta operación, sin cambios en lo que pactó la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, junto al Ministerio de Fomento y la promotora privada Distrito Castellana Norte, que explotará los suelos. Ayer mismo Almeida señalaba que confiaba en llevar la aprobación del proyecto al pleno de septiembre dado que no daba tiempo a hacerlo durante este mes de julio. Espero llevarlo en el mes de septiembre para su aprobación definitiva”, declaraba el miércoles.”
Algo antes, a las 13,28, la cadena COPE publicaba “El alcalde de la capital ha apuntado que discrepa con algunas cuestiones, pero no podían alargar más la tramitación, y ha subrayado que están ante la misma tesitura que el gobierno de Manuela Carmena en 2015, que tenía el plan de Ana Botella preparado para ser aprobado en el pleno pero que, ha resaltado Almeida, optó por bloquearlo durante cuatro años... si Carmena no hubiera dado marcha atrás el proyecto de Botella, que preveía 7.000 viviendas más, “ahora mismo ya habría viviendas y oficinas en el norte de la capital... Modificar el proyecto hubiese supuesto alargarlo muchísimo más. No somos un gobierno sectario, probablemente otro tipo de gobierno (podría) tumbarlo para estar otros cuatro años mareando la perdiz para no sacarlo”.
Podría especularse sobre los motivos que han producido el traspié de Villacís; o por qué Martínez-Almeida no ha podido, o sabido, evitar verse arrastrado. De momento, basta con dejar constancia y añadir algún apunte: C’s, como advertimos, sólo tiene la capacidad que tiene para moverse en el Ayuntamiento de Madrid con solvencia. El grupo municipal del PP, que pudiera ayudar, no parece que aporte a su socio de gobierno más de lo pactado. Ambos, que apoyaron iniciativas de Carmena acaso para evitar protagonismos indeseados, ahora parecen decididos a reactivarlas. El adjudicatario DCN, que decía querer urgencia para que el asunto fuera a Pleno, ahora prefiere la espera. Faltan por ver las posturas de lo que queda del anterior equipo de Gobierno, los restos de Ahora-Madrid (en la Oposición y penando), y el PSOE municipal (que mantuvo a Carmena), ahora con Pepu Hernández, atento al Gobierno en funciones de un Pedro Sánchez que quiere seguir, condicionado por él y por la extrema izquierda que se desgajó de Ahora-Madrid y encabeza Pablo Iglesias.
Todo forma un ‘totum revolutum’ especial, tan especial que recuerda al ‘convoluto’, del alemán Guido Brunner, relacionado con la corrupción hace tiempo y que alguien ha usado estos días. En definitiva, traspié Villacís y tropezones en el Ayuntamiento de Madrid.
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