Lydia María González Zapata / Alicante
En la XXV edición del Festival La Mar de Músicas de Cartagena, María de Medeiros and The Legendary Tigerman ofrecieron una velada de elegante sabor acortando distancias con nuestro vecino Portugal.
Esta semana termina la cita con la cultura en cuya introspectiva, muchos están siendo los artistas portugueses y brasileños que están desfilando por los escenarios desvelando secretos de la cultura lusa.
En la noche del jueves, pudimos disfrutar del debut de María de Medeiros con Paulo Furtado y su banda. María, directora, actriz de cine y teatro, y cantante, entre otras virtudes, que esconde tras una apariencia frágil la artista portuguesa más internacional del momento. La recordarán como la delicada Fabienne, novia del boxeador Butch encarnado por Bruce Willis en Pulp Fiction pero su carrera es mucho más. Además de traernos su documental Capitães de Abril, con más de diez años de trabajo tras de sí, nos deleitó junto con The Legendary Tigerman, en su primer y único concierto en España.
Canciones propias con ese sabor a pelis de Tarantino, junto con la interpretación de conocidos temas de películas como El Padrino, versionando a Natalie Cole con These boots are made for walking, temas en inglés, alemán (“porque se me impuso, ya que crecí en Viena”), francés y dirigiéndose al público en español, la artista redondeó recitando el poema de Fernando Pessoa Cumpleaños.
Medeiros tuvo un especial recuerdo para Paco Martín, director de La Mar de Músicas, fallecido el pasado verano. “Agradezco profundamente al Festival, que este año acoge a Portugal, no solo a su música sino también a su literatura, arte contemporáneo, etc., en esta ciudad tan bonita como es Cartagena. Cuando se pensó en dedicarlo a mi país, Paco Martín dijo que habría que invitarme… Yo llevaba tres años del cine al teatro sin cantar, entonces llamé a Paulo Furtado y nos pusimos a componer con muchísimas ganas”. El público se emocionó con sus palabras y quedó prendado por el derroche de encanto y ritmo que los portugueses nos brindaron en la noche cartagenera. Hoy ambos países están un poco más cerca superando falsos discursos xenófobos que nos empañan nuestros días.
|