Ya hicimos un análisis previo a la marcha protesta que se ha producido el 7 de agosto para protestar frente al Congreso de la Nación Argentina por el Dictamen de la ley 14.346, dictamen que es rechazado en pleno por los defensores de los animales.
Ahora expondremos cómo vivieron la marcha algunas voces de la defensa animal. Sobre todo, llegad al final, a la tercera voz (todas se complementan y hacen un análisis y juicio riguroso de lo que pasó y qué se hará a partir de ahora): el estremecedor y certero testimonio de la activista Dalila Lewis, de Activistas Animalistas de la Costa.
Alejandra González, una de las coordinadoras de la marcha: "La convocatoria que tuvo lugar el pasado 7 de Agosto de 2019 en Buenos Aires en contra del dictamen que intentaría reformar la Ley Nº 14.346 de Protección Animal fue por demás exitosa.
Quienes desde hace años luchamos por los derechos y la vida digna de los animales nos encontramos aquí, nos abrazamos y estuvimos juntos por “los que no tienen voz”.
Conocimos a muchas personas quienes no creían en el efecto del evento, pero vieron cómo su escepticismo se transformaba en esperanza.
Dijimos NO a este dictamen, que de ser aprobado sumaría más sangre a la ya derramada a diario, porque pareciera que no les alcanza tanta violencia sobre los inocentes, y pretenden sustentarla y avalarla con una nueva ley.
Entonces ahí estuvimos, derramando “sangre” en la calle para que todos vieran la crueldad y el sin sentido de lo que a diario padecen millones de animales, mientras se escuchaba por altavoces nuestro repudio frente a esta situación tan tremenda en las palabras de las activistas Penélope Chateau y Eva Rinaldi, y entregábamos folletos informativos que eran bien recibidos. La gente pasaba y nos escuchaba. Nos llegaban como caricias bocinazos de aprobación y de apoyo. Nos mostraban el pulgar en alto.
Se volvió tan importante el momento que muchos medios gráficos y televisivos se acercaron a tomar nota y a hacer entrevistas en vivo o para ser editadas a posteriori.
Terminamos el día recorriendo el perímetro del Congreso de la Nación con velas encendidas en nuestras manos y voces alzadas, recordando que los animales tienen derechos pues son seres sintientes, y quienes los violenten y/o maten deben ser condenados.
El resultado fue absolutamente positivo y la repercusión fue más de la prevista.
Ahora esperamos que las leyes argentinas le hagan honor a los conceptos de “respeto” y “evolución”.
Pero no esperamos quietos. Seguimos adelante y cada vez con más fuerzas."
Emiliano Gilberti, representante de la Fundación Amora:
"La marcha fue muy masiva -confirma Emiliano Gilberti-. Hay muchísima desinformación y hay gente allegada al diputado Lipovestky que intenta desprestigiar y dividir al movimiento. Como representante de Fundación Amora me gustaría pedirle al Diputado que deje de escuchar a los principales explotadores de Animales como lo es la Agroindustria y la Corpo veterinaria mafiosa, así también como a aquellas personas que se dicen animalistas y que apoyan este Dictamen que atrasa y deja desprotegidos a los animales.
Lamentablemente si esta reforma sale así como la plantean se convierte en una ley eutanasica.
Más de 180 organizaciones en todo el país están pidiendo transparencia, y que cumplan con lo que se prometió que es una Ley íntegra y superadora que les reconozca a los animales mayores derechos y aumento de penas que no sean excarcelables."
Dalila Lewis:
"Estuvimos presententes en la manifestación contra el nefasto dictamen de la Ley 14.346, la que tuvo lugar en el Congreso de La Nación Argentina. Viajamos desde El Pdo. De La Costa con mi mamá. Mientras ella cubria toda la protesta, sacando fotos, filmando y hablando por micrófono. Yo me quedé sosteniendo con la ayuda de dos jovenes que viajaron desde el interior de la provincia, las banderas de “Liberen a Kshamenk” y “si a la libertad, no a los acuarios”. A mi alrededor fueron llegando muchísimas personas que sostenian diferentes carteles y banderas, en representación de las variadas causas de explotación animal que esta reforma de ley permite regular, como la experimentación y vivisección, la tracción a sangre, los criaderos, las carreras de perros, la industria cárnica, etc. Estuvimos cuatro horas, fueron cuatro horas que los intereses de los animales tomaron voz y acción. Los organizarores cubrieron el piso con sangre ficticia simbolizando la sangre de los animales que realmente sería vertida si se aprueba este dictámen. Las camaras de algunos medios estaban allí filmandolo, varios portavoces dieron entrevistas mientras otros activistas por detrás colgaban banderas en las rejas que protegian el edificio del Congreso.
Con fuerza me planté, en representación de los animales cautivos en los acuarios, quienes con esta reforma quedan legalmente condenados a la esclavitud y exhibición porque en su art. 2 inc 9 expecifica que será considerado acto de maltrato utilizar a los animales en espectáculos circenses unicamente, y con esto la orca Kshamenk, los lobos marinos, el perro del “Arca de Noé”, el papagayo, las llamas y los burros, entre otros, seguiran actuando en los shows mal calificados de educativos. No será considerado acto de maltrato que los entrenadores se paren en las narices de los delfines del Aquarium o que la delfina Clementina siga siendo hembra reproductora trayendo al mundo delfines que nunca conoceran el mar. No será considerado acto de maltrato que los pingüinos sean drogados para transportarlos a acuarios en China, ni será considerado maltrato que una orca transeúnte que en su estado natural recorre los 5 oceanos, se la confine en un tanque de cemento y se la obligue a realizar 4 shows por día.
No habrán actos de maltrato o de crueldad porque siempre habra una “autoridad competente” que lo permita, según el texto del dictámen.
A los 15 años leí y se me fue explicado el contenido de la ley 14.346 en las primeras jornadas de derecho animal que realizaban grandes activistas abogados en el país. A esa edad tuve la convicción de que dedicaría mi vida a luchar por los derechos de animales, ya con 21 y encontrandome en el segundo año de la carrera de abogacía, tengo la misma convicción.
Los representantes de mi país no pueden hacer esto con una ley que es única e histórica en el mundo. La ley 14.346 de Protección Animal, básica pero esencial es mi orgullo como argentina y una herramienta fundamental cuando toque mi momento de abogar por estas víctimas inocentes.
Para darle un final a la manifestación, rodeamos el Congreso con megafonos encendidos para el discurso animalista, con tambores siguiendo un ritmo profundo y bélico, los activistas cantaban, algunos cánticos eran “basta de carros tirados por caballos”, “son sus vidas, no las nuestras”, “veganismo es justicia”, “no al dictámen” y el que más nos representa, el grito de “liberación animal” de más de 500 personas se escuchó fuera y dentro del Congreso y seguirá escuchándose hasta que sus paredes tiemblen porque ese dictámen no puede ser aprobado. Volveremos a manifestarnos, siguiendo todo el recorrido parlamentario de nuestra amada Ley 14.346 hasta que recupere su esencia y sea pura y exclusivamente para y por los animales no humanos."
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