El pasado 8 de marzo se celebraba, como cada año, el día de la mujer trabajadora. Y resultó ser justo el día en que en Ponferrada, mediante una moción de censura pactada entre el PSOE de Samuel Folgueral y un concejal ex PP condenado por acoso sexual, se desalojaba del sillón de mando consistorial al actual alcalde popular. El escándalo de acoso sexual por el que en el año 2003 fuera condenado el entonces alcalde Ismael Álvarez ocupó ya hace una década, cuando la por entonces edil Nevenka Fernández le denunció, páginas y páginas en la prensa. El PP le retiró a Álvarez apoyo y hasta la palabra, renegando de él mucho más de lo que reniegan hoy de Luis Bárcenas. Y Álvarez hizo lo que muchos hacen cuando quieren seguir viviendo de la política: se presentó en su pueblo como independiente. Y, miren por dónde, que luego dirán que los ciudadanos no tenemos la culpa, obtuvo acta de concejal.
Y como para parte de los políticos que sufrimos en España la política no importa, que lo que importa es la mamandurria y vivir del chollazo, este señorito, tan de derechas hasta hace nada, se ha puesto de acuerdo con el señorito de la izquierda… para repartirse la tarta ponferradina. Sin duda, lo suyo es entente ideológica. La entente del consenso socialdemócrata de 1978: todo por la pasta. Sin Corinna por medio, que ahí también hay acuerdo para tapar el sol con un dedo. Y viva la oligarquía.
Pero estábamos en Ponferrada. Que Álvarez fuera un acosador sexual, al del partido de la ideología de género le importaba un colín. Total, debió de rumiar para sus adentros, ahí tienen a Jesús Eguiguren, condenado en firme por maltratar a quien fuera su señora, con mando en plaza vasca y presumiendo de amistad con el terrorista Arnaldo Otegi.
Pero hete tú aquí que en Castilla y León el alcalde del PP, al que le quitaban el chollo, no se quedó quieto. Pérfido él, acudió a la prensa a denunciar el acuerdo entre sus rivales y el ex, señalando, qué malvado, la coincidencia de fechas entre su despido y el día del feminismo por excelencia. Y se montó la de San Quintín. Porque claro, una cosa es echar al PP de un ayuntamiento, que eso siempre le mola al PSOE, aunque sea pactando con este señor o con lo que se tercie, y otra que se sepa con quién son capaces de pactar. Así que, montado el lío en las redes sociales, que es en dónde siempre se monta la jarana inicial, a las feministas no les quedó más remedio que protestar un poco. Y Carmen Chacón, no deja pasar ni una, vio la ocasión de montársela a su antaño querido Alfredo. Toma lío monumental. Porque Rubalcaba exigió a Folgueral renunciar a ese pacto. Pero Folgueral dijo que nones. Que el PSOE estaba enterado de lo que se cocía y que él y el resto de concejales socialistas lo que quieren es mandar. Así que si es necesario, nos vamos del PSOE, anunciaron ayer.
Sin duda, pensando en mamá Pajín, quien también salió un ratito del partido. Y Alfredo de nuevo dando de ser un líder que no lidera absolutamente nada, salvo una jaula de grillos.
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