La supervivencia de pueblos indígenas no contactados en la Amazonia brasileña peligra en estos momentos como consecuencia de los incendios que arrasan su selva.
En la región oriental amazónica se han reportado incendios cerca de un área habitada por miembros no contactados de la tribu awá, el último reducto de selva que queda en la zona.
Indígenas locales han relatado que los madereros que provocaron los incendios están fuertemente armados y que están tratando de impedir que los bomberos accedan al lugar para combatir las llamas.
El mes pasado se difundió un insólito vídeo que mostraba a dos indígenas awás aislados con el fin de evitar su aniquilación. Ahora su selva está ardiendo y se desconoce si siguen con vida.
El pueblo guajajara lucha desde hace tiempo para proteger la selva de sus vecinos awás no contactados. Conocidos como los Guardianes Guajajaras, arriesgan sus vidas patrullando la selva para expulsar a los madereros, y en años previos también han tenido que combatir incendios en la zona.
En otra parte de Brasil la selva ancestral del pueblo indígena uru eu wau wau, habitada también por indígenas aislados, está siendo destruida.
A los uru eu wau waus se los conoce como el pueblo del “águila arpía” porque emplean las enormes plumas de este ave para fabricar sus flechas y collares. Llaman “jurueis” a sus vecinos no contactados, que significa “valerosos”. Su reserva lleva largo tiempo en el punto de mira de ganaderos y colonos.
Existe preocupación entre los activistas porque esta oleada de incendios pueda aniquilar a los indígenas awás no contactados y reclaman que se actúe con urgencia.
COIAB, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña, ha emitido un comunicado donde declara: “Los incendios están destruyendo los bosques restantes en estas regiones, espacios vitales para la supervivencia de nuestros parientes (…) También hay pueblos aislados en el estado de Mato Grosso, muchos de ellos aún no tienen su presencia reconocida por el estado brasileño, que también pueden estar en proceso de huida y sufriendo de violencia estructural debido a las altas tasas de deforestación y fuego”.
Los awás, conocidos como la tribu más amenazada de la Tierra, ya se encuentran bajo una enorme presión por las invasiones de madereros ilegales que devastan sus territorios, islas verdes que sobreviven en medio de un mar de deforestación.
Los pueblos indígenas aislados son los más vulnerables del planeta. Se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.
El director de Survival International ha declarado: “Estos incendios no suponen únicamente una catástrofe medioambiental, sino que también son potencialmente genocidas. Al incitar a ganaderos y madereros a prender fuego a la selva, el presidente Bolsonaro está firmando una declaración de muerte para los pueblos indígenas no contactados cuyos hogares están en llamas. Si su selva es destruida, no sobrevivirán”.
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