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Reig Pla contraataca

Reig Pla no piensa en el bienestar de los desahuciados, pero sí en la sexualidad de sus hijos...
Alex Vidal
viernes, 12 de abril de 2013, 10:57 h (CET)
Quién sabe si el gracioso entertainer alcalaíno Reig Pla, nunca tuvo amores de infancia. Amores tan blancos como poderosos, absolutos y sugestivos. Acaso en su lugar lo que hacia era "plantearse" si sus recién descubiertos impulsos, si su incipiente sexualidad era o no la correcta, mientras recelaba de la nefasta educación por entonces imperante. Reig Pla vuelve por sus fueros al insistir que en España “los niños se plantean su condición sexual a causa de ciertas ideologías que se han ido introduciendo en el ámbito de la enseñanza”.

No le falta razón y hermosos ejemplos tenemos a ojos del Señor: Bellucci, Kardashian, la vecina del 5º... celestiales criaturas que hoy día ciertos adultos, entre otros, gente como él, no son capaces de admirar en su justa medida por haber carecido en su día de una formación como Dios manda y una buena catequesis previa. Y es que todo el mundo sabe que si hay algún sitio que se antoja especialmente ajeno a los homosexuales, éste no es otro que el entorno eclesiástico.

Reig Pla es un obispo popularmente conocido por oficiar misas franquistas o por mentar a los homosexuales cada vez que habla. Básicamente, esa es su manera de amar al prójimo. Hoy ha vuelto a repetir todas esas sandeces de los "club nocturnos" donde "probando, probando" cualquiera puede imaginar cómo se acaba. "No hay más que salir por la noche madrileña para saber dónde están" asegura, o acaso da fe.

Es muy cierto que en un país sin Reforma, sin Revolución y sin Ilustración como es España, los intérpretes de Dios se permiten licencias que ni por asomo se les ocurre plantear en países civilizados y reformistas. En Francia, Inglaterra, Alemania o los países nórdicos, no se les ocurre hablar ni de su ley del aborto, ni de su laica educación, ni de su píldora postcoital, ni de con quien se acuestan los franceses, suecos o alemanes, básicamente, porque además de evitar con ello una posible visita a la corte penal, la condena mediática y social de un país ilustrado, provoca de inmediato que al sacerdote le recuerden hasta por la calle, cuál ha de ser su sitio. Tristemente, a Reig Pla no se le ocurre pensar en el saqueo del Bienestar en España, en la preservación de los Sistemas de Salud y Educación, en los banqueros o en el paro. Tampoco piensa en los desahucios ni en los desahuciados, pero sí en sus hijos y en el despertar de su sexualidad. Eso le vuelve loco.

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