Julio Alberto Moreno, un jugador de futbol excepcional de los años 70 a los 90, fue un extraordinario lateral derecho del Atlético de Madrid, Barcelona y la selección española. Todos los de mi época hemos disfrutado de su gran sapiencia futbolística y sufrido por su etapa confusa llena de adicciones, malos negocios y un gran deterioro personal que nos hizo temer por su integridad.
Días pasados pude presenciar una entrevista en directo en el programa “Leit Motiv” dirigido y presentado por Buenafuente. En dicho programa habló de su triste pasado en una familia rota, su paso por el triunfo, la depresión y los estupefacientes y su vida actual salvado por el encuentro con Dios y la reagrupación de su familia. La frase que más me impactó de su parlamento fue: mi mayor éxito es la vida.
No se como la sociedad actual no se da cuenta de la necesidad que tiene de la institución familiar y sus valores, cuando vemos que una pareja de niños llevan adelante un embarazo y un parto sin que sus familiares, sus profesores o las instituciones se den cuenta de ello. El desarraigo familiar, las familias rotas y el falso concepto de responsabilidad de los padres, bajo la “moderna” capa de una libertad mal entendida, trae consigo una sociedad que sufre una ola de violencia, malos tratos, poca capacidad de sufrimiento y un hedonismo mal entendido.
Gracias a Dios Julio Alberto ha disfrutado de una segunda oportunidad. Hoy vive rodeado de su familia, es embajador de Unicef y va dando conferencias por los colegios desde la Fundación del Barcelona Club de Fútbol. Vive retirado en su Asturias natal desde donde proyecta su vitalidad actual. Un hombre convencido y enamorado de la vida y de la familia.
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