| Ficha técnica | 90 - Real Madrid: Llull (3), Rudy Fernández (17), Suárez (4), Mirotic (11) y Begic (9) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (13), Carroll (6), Slaughter (5), Hettsheimeir (0), Draper (0), Darden (9) y Reyes (11).
75 - Obradoiro: Andrés Rodríguez (0), Pumprla (6), Corbacho (14), Kendall (14) y Mejri (15)-quinteto inicial- Hummel (8), Sanz (0), García Stobart (2), Dewar (6), Junyent (10), Buford (0) y Freire (0).
Parciales: 22-25, 28-11, 16-20, 24-19.
Árbitros: García Ortíz, Gurao y Peruga.
Incidencias:Primera jornada correspondiente a los cuartos de final de los ‘Play-Off’ de Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 6.962 espectadores. A los espectadores no les gustó el horario del partido: “Los horarios los imponen las televisiones y Adidas nuestros colores; un respeto a los socios y nuestras tradiciones”, rezó una pancarta. |
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El descanso asomaba (a 1’16’’) cuando un balón suelto acabó en las manos mágicas de Sergio Rodríguez. El base tinerfeño, entonces, demostró el motivo de ser elegido mejor director de Liga Endesa en su fase regular. El ‘Chacho’ ejecutó una certera asistencia a la carrera de Mirotic. El balcánico, tras alzar su primer MVP de Liga Regular, cruzó poco más de media cancha antes de anotar una bandeja. El Real Madrid se aupaba así a los 15 puntos de diferencia (48-33). La jugada no simbolizaba sólo eso. Había algo más. Era el poder de talento de este Real Madrid, que cuando se agita, resulta un grupo extremadamente poderoso.
A esta acción representativa de este actual Real Madrid le siguieron otras cuantas acciones con Rudy Fernández como protagonistas. Sus incursiones hasta el aro fueron tan imparables como espectaculares; demostró el balear que fue un digno vencedor del trofeo al jugador capaz de maravillar con sus acciones, al tiempo de ser designado mejor escolta. Los tres actuaron, se mezclaron, se activaron en ese tramo previo al descanso, donde el Real Madrid se disparó hacia su primer triunfo en la apertura de los ‘Play-Off’, esos en los que espera congraciarse con sus aficionados ganando el campeonato doméstico.
Felipe Reyes, eterno
Pero sería injusto quedarse en estos tres protagonistas y no mencionar a Pablo Laso, el entrenador de entrenadores en Liga Regular de esta Liga Endesa. El actual subcampeón de Europa de los banquillos fue capaz de activar esa defensa que tantas sonrisas ha proporcionado al Real Madrid. Porque si en el primer cuarto, sus hombres se movieron a medio gas, en el segundo cuarto fueron inabordables en defensa: en 10 primeros minutos encajaron 25 puntos del Obradoiro; en la continuación sólo cedieron 11, a casi un punto por minuto. De esta forma, el cuadro gallego empezó a ceder la cuerda del triunfo.
Lo cedieron, eso sí, con clase. Nunca se dejaron ir, al contrario de lo que sucede con otros adversarios. El Obradoiro, a base de casta y anotaciones de Corbacho (con mano en los triples) y Kendall -Mejri estuvo en versión Guadiana- se sitúo en la barrera psicológica de los 10 puntos (66-56) a la conclusión del tercer cuarto. Fue un simple espejismo. En cuanto el Real Madrid avanzó una marcha, el encuentro volvió a ser suyo, justamente como en el segundo cuarto, igualmente con Sergio Rodríguez al mando. El canario fue el amo y señor del encuentro. Lo cogió y puso donde él quiso (78-60). Como Felipe Reyes, que no recibió trofeo alguno, pero que cogió rebotes y anotó como si le fuera la vida en ello. Quizá es que le vaya porque este Real Madrid sólo quiere esta Liga Endesa. El primer paso está dado; falta rematar en Santiago.
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