El uso de cigarros electrónicos en adolescentes, cada vez más frecuente, agrava los síntomas de asma en estos menores, tanto si los usan como si se exponen a su humo, según alerta la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). Desde SEICAP se advierte de la relación entre el cigarro electrónico y los síntomas respiratorios como irritación de las vías aéreas, hipersecreción y respuesta inflamatoria, lo que resulta en un aumento de los síntomas en los niños y adolescentes con asma, y puede aumentar las posibilidades de que el menor se convierta en un futuro fumador convencional. Este y otros temas relacionados con el tabaco en la población infantil serán abordados en el II Curso Nacional de Tabaquismo que tiene lugar este viernes en el Hospital Universitario de Alicante, avalado por SEICAP.
Un reciente estudio confirma que los jóvenes diagnosticados con asma creen que el cigarrillo electrónico no es tan nocivo y lo consumen igual que los que no tienen asma, lo que se asocia con ataques de asma y mayor gravedad de la enfermedad. Los efectos de los cigarros electrónicos en adolescentes pueden verse tanto en los que los usan como los que se exponen a su vapor. Así, “provoca irritación de las vías respiratorias, hipersecreción de moco y respuesta inflamatoria, lo que causa a su vez cambios en la función respiratoria del menor y en sus mecanismos de defensa. La situación se agrava si el adolescente que los utiliza tiene asma”, sentencia el doctor Luis Moral, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la SEICAP y uno de los coordinadores del Curso.
Se han definido diferentes tipos de lesiones del sistema respiratorio asociadas al vapeo de cigarros electrónicos. “Se trata de algo muy peligroso y que comporta un grave problema de salud. Se habla incluso de epidemia de enfermedad pulmonar severa o de posibles muertes originadas por ello. Estas personas sufren síntomas como fiebre, tos, dificultad respiratoria, diarrea, vómitos, dolor de cabeza o en el pecho”, advierte el doctor Moral. Las enfermedades que se vinculan a este hábito tóxico son distintos tipos de neumonía; lesión pulmonar aguda y dificultad respiratoria aguda; neumonitis por hipersensibilidad aguda y subaguda; hemorragia alveolar difusa o neumonitis asociada a bronquiolitis respiratoria.
Según los resultados provisionales de la encuesta Estudes 2018, realizada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el 20,1% de los alumnos de enseñanzas secundarias ha fumado en alguna ocasión a través de cigarros electrónicos. “Existe la falsa creencia de que fumar cigarros electrónicos no es tan malo para la salud como fumar el tabaco convencional. De hecho, incluso hay referencias de que se perciben de forma más positiva y de que su uso es más frecuente entre adolescentes con asma”, comenta el doctor Moral. Una investigación reciente publicada en Journal of Pediatric Nursing confirma el aumento de un 8% en el uso de cigarros electrónicos por parte de adolescentes en EEUU en un año y su actitud positiva hacia los mismos debido a que lo usan sus padres o hermanos mayores como alternativa al tabaco convencional.
El uso o exposición al vapeo de cigarros electrónicos puede tener consecuencias nefastas a largo plazo para los adolescentes. “No somos conscientes del problema que genera el tabaco en todas sus variedades, incluidos los cigarros electrónicos, pues cualquier experimentación que el niño o adolescente tenga con estos dispositivos, puede conducirle a una adicción a la nicotina sin ser fumador, y aumentar así las posibilidades de que en el futuro lo sea, con todo lo que ello conlleva”, advierte el doctor Moral.
Por otro lado, los pediatras alergólogos insisten en que la prevención tiene que ser máxima y evitar también la exposición al humo de cigarros electrónicos desde el embarazo. “En esta etapa el niño también puede sufrir daños en su sistema respiratorio”, afirma el doctor Moral.
Prevención y regulación
Ante este problema creciente, la SEICAP reclama la necesidad de afianzar las campañas de prevención del inicio del tabaquismo en niños y adolescentes. “La labor de prevención deber ser de todos: administración, profesionales sanitarios y la sociedad en general. Tenemos que impedir que se inicien en el tabaco para que no sufran sus consecuencias nefastas para la salud”, indica la doctora Mercedes Escarrer, presidenta de SEICAP.
Así mismo, se hacen necesarias medidas regulatorias sobre el consumo de cigarros electrónicos y sistemas de suministro de nicotina, con las mismas restricciones que se aplican al tabaco convencional para dejar de considerarlos inofensivos”, concluye la doctora Escarrer.
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