Según un informe elaborado por la Asociación de Trabajadores Autónomos, en lo que va de año, se han dado de alta como autónomos un total de 11.595 personas en España. Además de una opción ideal para losjóvenes con alma emprendedora o que quieren ser sus propios jefes, se trata de una alternativa a la que acuden muchas personas para dar solución a una situación de desempleo. Por ello, ante los alarmantes datos de la última EPA, el centro de empleabilidad Audiolís, ha creado el ‘Decálogo para autónomos junior’ con la finalidad de que aquellas personas que se decidan a emprender conozcan de primera mano a qué se enfrentan.
No improvisar, elaborar un plan Si se está pensando en crear una empresa propia es necesario definir bien las cosas para evitar sorpresas. Estudiar a la competencia, investigar qué otras personas o empresas ofrecen el mismo servicio en la misma zona de actuación y cuáles son las ventajas competitivas. Elaborar un DAFO es imprescindible para saber de dónde se parte y cómo venderse.
Saludar a Hacienda
El primer paso cuando alguien quiere ser autónomo es darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social. Darse de alta en Hacienda no conlleva ningún tipo de coste. Ni en el momento de darse de alta ni de forma periódica.
Causar Alta en la Seguridad Social
Además del alta en Hacienda, hay que darse de alta como trabajador por cuenta propia en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social.
Darse de alta como trabajador por cuenta propia implica pagar la conocida cuota de autónomo, que este año asciende a los 283 euros. Una cantidad fija y que se abona mensualmente.
Lo positivo es que en España tenemos una tarifa plana que permite al autónomo pagar durante los primeros seis meses solamente 60 euros. A partir del mes 7, la cantidad asciende a 141,65 euros y finalmente, a partir del año los 283 euros.
No perder de vista el IVA
Uno de los aspectos que más preocupa a los autónomos a la hora de emprender su negocio es la carga impositiva ligada a su actividad económica. Uno de los impuestos más importante es el IVA. Se trata de un impuesto que, en realidad, paga el cliente final y no el autónomo. Sin embargo, cuando se vende o realiza un servicio, el trabajador por cuenta propia actúa como intermediario con la Agencia Tributaria. Esto significa que debe incluir en su factura el IVA, cobrarlo y retenerlo hasta hacer la correspondiente declaración, donde lo entrega a Hacienda. Esta declaración se realiza cada 3 meses.
Incluir siempre el IRPF
El IRPF es un impuesto de todas las personas que tienen ingresos sea de la forma que sea: autónomos o trabajadores por cuenta ajena. Los autónomos al prestar servicios o vender están obligados a retener un tanto por ciento de cada una de sus facturas en concepto de IRPF.
En el caso de los nuevos autónomos, durante el año que se dan de alta y los dos siguientes, se le aplica un IRPF reducido del 7%. A partir del tercer año, el IRPF asciende al 15%.
Familiarizarse con las declaraciones de impuestos
Casi todos los empleados por cuenta propia tienen que presentar periódicamente declaraciones de todos estos impuestos, para lo que la Agencia Tributaria pone a su disposición unos modelos estándar. Además, están obligados a reflejar todos sus ingresos y gastos en libros oficiales, ya sea de forma impresa o mediante un registro digital. Lo que no sirve en ningún caso es guardar facturas sin más.
Cumplir también con las otras declaraciones informativas
Además de presentar la declaración del IVA y del IRPF, los autónomos deben realizar otras declaraciones informativas a la Agencia Tributaria. Se trata de un simple proceso informativo cuya ausencia puede incurrir en algunas sanciones ya que es de carácter obligatorio.
Con las declaraciones informativas, Hacienda cruza datos de todos los contribuyentes con el objetivo de detectar fraudes.
Asumir el reto de poner precio
Muchas veces, las pérdidas y los conflictos comienzan a producirse porque no se ha diseñado una correcta estrategia de precios, y a la hora de fijar cuánto pagará el cliente por el producto o servicio no se ha contemplado toda la carga impositiva que tendrá que asumir como autónomo.
Para saber qué cobrar hay que pensar en la base imponible, es decir, la cantidad sobre la que se aplican estos impuestos. Por ello, será necesario estudiar esa diferencia para cobrar la cantidad que no haga al autónomo perder dinero.
Conocer los beneficios fiscales para los autónomos
Es cierto que los autónomos pagan muchos impuestos, pero con conocimiento y saber hacer se puede sacar un rédito importante a través de las deducciones. Hablamos de la deducción de gastos como compras de materias primas, sueldos o pagas extras de los trabajadores que haya contratado el autónomo, así como otros gastos fijos, entre otros.
Pensar en marketing
Para aumentar la cartera de clientes, vender más productos o servicios y generar más ingresos es importante ser visible. Para esto, deben asegurarse de proporcionar datos de contacto con la inscripción en el registro mercantil.
Por supuesto una web y redes sociales son fundamentales, pero en caso de que no sea posible, tener la ficha de Google My Business habilitada podría ser una buena forma de ser localizable para clientes potenciales.
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