“Sr. Gorbachev, abra esta puerta”, dijo el presidente Reagan, al dirigirse al secretario general soviético en la Puerta de Brandenburgo cerca del Muro de Berlín. “Sr. Gorbachev, ¡derribe este muro!”
El firme desafío de Reagan para que se destruyera el Muro de Berlín le dio forma a la creciente presión internacional sobre Moscú para que cumpliera sus promesas de apertura y reformas. El muro, que se había convertido en símbolo de la opresión soviética, fue derribado dos años más tarde, el 9 de noviembre de 1989.
Para recordar el 30 aniversario del final del Muro de Berlín, el secretario de Estado Michael R. Pompeo develó una estatua de Ronald Reagan en la embajada de Estados Unidos en Berlín, durante su visita a Alemania esta semana.
Peter Robinson, que escribió la frase de Reagan “derribe este muro”, dijo que su equipo entendía el tono que era más apto para el presidente: claridad, sentido de visión y un propósito moral.
Robinson también sabía que algunas veces el escribir un gran discurso exige romper las reglas y seguir los instintos propios. Robinson dijo haber sido asesorado por varios diplomáticos para que no mencionara el Muro de Berlín en el discurso. A pesar de esos consejos dejo la frase “Señor Gorbachev, derribe este muro” en cada borrador del discurso.
Los 14 años de conflicto armado en Siria dejaron como salo un retroceso de cuatro décadas para el progreso económico, social y de capital humano que, al ritmo actual tomaría 55 años en ser recuperado, indicó un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Cada semana, una media de 16 niños y niñas son víctimas de la guerra en Ucrania. Desde el inicio el conflicto, 659 pequeños han muerto y 1.747 han resultado heridos. Millones de menores ucranianos siguen viendo sus vidas destrozadas por la violencia, los desplazamientos, la interrupción de la educación, el acceso limitado a la atención sanitaria, los traumas, la separación familiar y las violaciones de sus derechos humanos.
Los niños y niñas del este de la República Democrática del Congo (RDC) están siendo reclutados a la fuerza, armados y ejecutados en una escalada de violencia espeluznante. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha confirmado casos de ejecución sumaria de niños por parte de las fuerzas del M23 tras su entrada en Bukavu la semana pasada.