Destino, suerte o fortuna; términos a los que igual después
de conocer el resultado del sorteo para el próximo Mundial de Brasil nos
tenemos que agarrar como a un clavo ardiendo.
Habemus grupo, habemus rivales y habemus dos complicaciones
que vienen con nombre propio. Holanda y Chile, no sé muy bien a cuál de las dos
posicionar primero la verdad.
Vergüenza me da solo pensar que debutaremos tal y como
terminamos hace cuatro años, viéndonos las caras contra Holanda, eso sí…con la
condición de campeona del mundo todavía vigente. El azar y nada más que eso, hace que partidos como este
devalúen en cierto modo toda una final como la que vivimos en 2010 en el Soccer
City donde el “Iniesta de mi vida” nos hizo saltar del sofá y gritar porque en
ese momento el sueño estaba a punto de hacerse realidad.
Pero el destino es caprichoso y ha querido que España se
centre desde el minuto uno en lo que podría ser la lucha por la segunda
estrella mundial. El estado en el
que lleguen cada uno de los jugadores a nivel individual al final de sus
respectivas competiciones nacionales, será la pieza clave para poder evaluar y
comenzar a hacer las conjeturas reales de quién está por encima. Actualmente
ninguna de las dos cuentan con el nivel que vivimos en Johannesburgo, pero si
de algo pueden presumir estas grandes selecciones es de apelar siempre a la
épica y crecerse en las situaciones más complicadas.
Y qué decir de Chile, si ni el mismísimo Vicente del Bosque
la quería en el grupo. ¡Pues toma! Verticalidad, electricidad, técnica y
potencia han llevado al mundial a una selección como la chilena bajo el toque
de hombres como Alexis y Vidal. La otra “Roja” puede ser la sorpresa y tal y
cómo indica Sampaoli,“para hacer cosas grandes en un mundial hay que ganar a
los mejores”. Sin miedo y sin cobardía, confiados y seguros llegarán los
chilenos a una competición donde tienen mucho que ganar y nada que perder.
Pero bueno, Holanda y Chile sin duda también están
tiritando. Son grandes potencias, pero ni más ni menos reciben a toda una
Campeona del Mundo. El juego de España tiene que volver a su mejor momento y
nuestros chicos a día de hoy siguen teniendo hambre y sed de victoria. Ganas de
demostrar porqué se merecen volver a traer el trofeo a casa y pasearlo por
nuestras calles. Volver a ilusionar a miles de aficionados y a deleitar a todo
el mundo con un juego que traspasa fronteras.
Una vez más el gol será la clave. Y ahí esta la verdadera
labor del seleccionador, que sabiendo a quién nos enfrentamos debe juntar un
equipo equilibrado y eléctrico. Un grupo determinante y campeón.
De Australia poco digo. Merecedora de pelear en Brasil, pero
ha caído en el ya temido y bautizado como “grupo de la muerte” así que tendrá que
conformarse con disfrutar de la experiencia e intentar dar la campanada.
El 12 de junio se abre la veda y comienza el espectáculo.
Seguiré confiando y apoyando a estos grandes jugadores que nos han hecho vivir
tantos buenos momentos, pero no sé porqué me da y no quiero ser pájaro de mal
agüero…que este año nos toca apretar bien los dientes si queremos que en el
fútbol tampoco nos bajen los pantalones.
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