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Horacio Cartes refuta a Zucolillo

La decisión del presidente de Paraguay de cumplir su promesa de regresar al MERCOSUR, desató los lamentos y amenazas del monopolio mediático reaccionario
Luis Agüero Wagner
viernes, 13 de diciembre de 2013, 08:12 h (CET)
Dice Julian Assange que el coraje es como un puente que permite a otras virtudes del hombre manifestarse, y las últimas determinaciones tomadas por el presidente paraguayo Horacio Cartes le dan la razón.

Tras denunciarse injerencia de Estados Unidos y presión de su embajada sobre el Congreso de Paraguay, finalmente el Senado de este país aprobó el ingreso de Venezuela al MERCOSUR. La cancillería de Venezuela agradeció el gesto de los senadores paraguayos, y la noticia tuvo amplia difusión, e incluso fue publicada en el blog del mismo presidente Nicolás Maduro.

De esta manera, los congresistas habilitaron al presidente Cartes para participar de la Cumbre del MERCOSUR en enero, en la cual su país deberá asumir la presidencia. Se da por descontado que la cámara baja se pronunciará en el mismo sentido la próxima semana.

Como se anticipaba, la decisión del presidente y los principales líderes políticos del Paraguay de poner punto final a un desgastante conflicto con Caracas, desató los amargos lamentos de una prensa impotente y frustrada, que comprobó su propia incapacidad para manejar la agenda de Cartes.

Con la atrabiliaria línea editorial que le caracteriza, el diario ABC color del empresario Aldo Zucolillo, calificó a la resolución del problema con Venezuela como una “subasta” de la dignidad paraguaya, recibiendo una enérgica réplica del presidente de la república.

Cartes aclaró que un país desconectado y aislado del exterior, como pretendía el monopolio mediático reaccionario en su delirio anti-bolivariano, no era lo que convenía al bienestar del Paraguay. Esclareció que la aceptación de Venezuela en el MERCOSUR no es un tema personal para él, como sí lo es para ciertos propietarios de medios.

Dejó bien clara su posición al respecto señalando que el pueblo paraguayo gana con la integración de Venezuela al bloque regional, opinión que había sido expresada y explicada en varias oportunidades por el fallecido líder bolivariano Hugo Chávez.

Argumentando que la razón política no puede primar sobre la jurídica, el monopolio mediático paraguayo había sostenido que el ingreso de Venezuela había sido ilegal. Sin embargo, había sido precisamente esta prensa, con la ayuda de políticos ávidos de destaque, la que había introducido el elemento político en la disyuntiva.

Durante años, con estos argumentos tomados de la prensa, se retardó la aprobación del ingreso de Venezuela al bloque en el Congreso paraguayo, simplemente por desavenencias con la política que seguía el gobierno de Caracas.

La razón política durante todo ese lapso no sólo primó sobre la jurídica, también subordinó al pensamiento racional y a la misma lógica.

Cuando finalmente el gobierno de Caracas se adhirió al Mercado Común, se abrió al bloque una puerta gigantesca, la del Orinoco y el Caribe, incrementando su territorio, su PIB, su población que subió a 270 millones de habitantes y su potencial que escaló a la posición de Quinta Potencia Mundial.

El presidente Cartes también desmintió haber incumplido su palabra cuando instó al Senado a aprobar la presencia venezolana en el Mercado Común. Afirmó recordar muy bien qué juramento realizó, y cuál fue su promesa: la de regresar el país al MERCOSUR.

Agregó que con este finiquito del conflicto, la dignidad del Paraguay está muy alta, respondiendo sin temor las imputaciones del anciano propietario del diario ABC color.

El artista vasco Eduardo Chillida afirmó en una oportunidad que en el hombre el nivel de la dignidad siempre debe superar el nivel del miedo. Con sus actos y respuestas, el presidente Horacio Cartes ha demostrado haber salido airoso de esa prueba.

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