Olive sueña con sentirse guapa, tener pareja, casarse y tener hijos. Tiene 18 años, vive en una pequeña aldea de la región de Banyuwangi, en la isla de Java. Sin embargo, para conseguir todas esas metas necesita someterse a una “simple intervención” que ni tiene al alcance, ni puede permitirse.
Nació con un anomalía, microftalmia, se llama. Una rareza por la que uno de sus globos oculares tiene un tamaño inusualmente pequeño. A pesar de que en España esa operación es relativamente sencilla, en Indonesia todo es más complicado.
El problema no es simplemente estético, le genera “grandes crisis de identidad”. Y es que detrás de esa mira, se esconden años de tristeza por sentirse excluida, y la incertidumbre de un destino incierto marcado por un aspecto que ella no pudo elegir. Su aldea no la acepta como un ser humano completo y “descartan” pueda alcanzar metas sociales como encontrar pareja, ser madre o conseguir un trabajo para convertirse en una persona independiente.
La vida no se lo ha puesto fácil. No viviendo en un poblado de la isla de Java, pero a pesar de ello, es una chica risueña e inteligente. Y eso precisamente, es lo que quieren demostrar la diseñadora Carolina Díez-Cascón, quien conoció a Olive en uno de sus viajes, y la cineasta andaluza Rocío Mesa, quien también nació con esa anomalía. Ambas han unido fuerzas a través de un crowdfunding creado en la plataforma Gofundme (https://www.gofundme.com/f/demosle-un-ojo-a-olive) para poder hacer realidad el deseo de la adolescente y demostrar que “su identidad no estará marcada por la ausencia de un ojo, sino por la mujer inteligente, positiva y trabajadora que realmente es”.
La intención de ambas mujeres es traer a Olive a España para que se ponga en manos de los médicos más destacados en el campo de las prótesis oculares, argumentan en internet.
Ahora bien, para ello necesitan más que buenas intenciones, concretamente tiene que disponer de unos 5 mil euros para cubrir todos los gastos ya que la intervención tiene un precio estimado de 3 mil euros, a los que hay que sumar los gastos de avión y visado, transporte, comida y alojamiento. Por el momento cuentan ya con la mitad del objetivo y muchas ganas de conseguirlo, pero aún les queda un largo camino hasta hacer realidad ese viaje, y ver que Olive comienza una nueva vida repleta de oportunidades donde las barreras físicas y sociales no existen.
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