Cuando llega San Valentín, la mayoría de las parejas dejan atrás los malos entendidos, los problemas y ponen su mejor cara para sorprender a su compañero o compañera.
Algunas de ellas, además, hacen balance y recuerdan no sólo aquellas cosas que más les unen sino que además es buen momento para hablar de las que les ponen en el disparadero.
Los centros Nascia, especialistas en tratamientos frente al estrés, han elaborado una lista con las cinco cosas que más estresan en pareja basada en las experiencias de sus propios pacientes durante los últimos años.
Y es que cuando hablamos de celos, el estrés se dispara a unos niveles que pueden resultar fuente de crisis de ansiedad. La falta de confianza, ya sea en uno mismo o en la otra persona, genera una inseguridad que les lleva al estrés más absoluto. Tener pensamientos negativos ante una posible infidelidad está a la orden del día en seis de cada diez parejas.
Como segunda causa más habitual del estrés en pareja se encuentra el miedo a una ruptura. Ello significa sentir una angustia que desemboca en pensamientos adversos recurrentes. Y es que el miedo es una fuente de estrés que pone al cuerpo en alerta, y enfrentarse a una posible ruptura de la relación supone un momento doloroso de mucha tensión además de temor.
La convivencia también pone a prueba la paciencia y el estrés de las parejas. Según Nascia ocho de cada diez afirman encontrar siempre alguna costumbre en su compañero o compañera que les genera tensión. Colocar los vasos y los platos de una determinada manera, dejar subida la tapa del inodoro, no recoger las gotas de agua que caen en el espejo o encimera del lavabo, etc… En resumen, tensión acumulada y discusión garantizada.
La cuarta causa que más estresa en pareja es la puntualidad. Los retrasos en las citas cuando éstas quedan por separado en un lugar y una hora concreta, pero también cuando tienen que salir juntos de casa porque tienen una cita con otras personas. El tiempo en el que cada uno tarda en vestirse o asearse, máxime cuando hay que compartir baño, es un momento que acumula tensión. Y, por supuesto, que la obsesión por la puntualidad sirva como una fuente más de estrés es algo que está a la orden del día.
Finalmente el estrés que produce la dificultad para conciliar horarios laborales y familiares se sitúa como una de las mayores preocupaciones para las parejas con hijos. Colegios, actividades extraescolares, trabajo…y el poco tiempo que les queda para disfrutar como pareja sin más preocupaciones supone un estrés constante.
¿Será por estas cosas que tres de cada cinco ‘singles’ prefiere lidiar con otras situaciones estresantes que les ofrece su estado?
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