El alcaide del Penal de Leganés

Sabido es que en este país en los penales del IMSERSO, los CAMF (Centros de Aislamiento de Minusválidos Físicos), es en los únicos que se cumple cadena perpetua. Y si recientemente me sorprendía con la emisión de un programa en el que se recogían imágenes del  funcionamiento del centro, ahora se me ha encogido el alma al recibir un correo de change.org pidiendo que firmara un escrito dirigido al director del IMSERSO denunciando una actuación del alcaide del Penal de Leganés.

 Vaya por delante que de los 5 penales, en los que cumplen condena quienes no se limpian el culo o meten la cuchara en la boca, por el de Leganés tengo una especial simpatía, que proviene del hecho de que algunos de los reclusos han defendido su dignidad a muerte. Ya uno de ellos, el “superagente 86”, acompañó a los comparecientes del Foro de Vida Independiente en el Congreso en 2005 y algunos asistieron a la I Marcha por la visibilidad de la diversidad funcional en 2007.

De lo que significó la presencia de algunos penados en la Marcha, pese a los obstáculos que puso el alcaide de entonces, da testimonio Alfonso Gálvez en su libro “La jaula de Oro”. 

Esa y otras obras salieron de la mente de penados que se reconocen a sí mismos como Adredistas, participantes en un taller de escritura desde hace 18 años en el penal. De ahí han salido obras como: De vuelta en Palestina, Ningún rincón prohibido, Jaula de oro o Manifiesto saltamontes. De la primera recuerdo que Rosa Monteró dedicó una columna en el País, que bajo el titulo: 'Noticias de los confines'  decía entre otras cosas: “Es un texto asombroso que nos trae noticias de otro mundo”. Las noticias siguieron llegando con las obras que le sucedieron de otros autores. Y una de ellas le entregó el alcaide, como presente, en la visita al penal del presidente del gobierno el 3 de diciembre de 2005.

Si el milagro, del florecimiento de plantas en el desierto, causa admiración, mas es el hecho de que las letras y la cultura subsistiesen en un centro de aislamiento como el Penal de Leganés. Durante 18 años se ha creado el Taller de Escritura Creativa, el programa de radio Escribiradrede en coordinación con la emisora comunitaria EcoLeganés, la revista Proposiciones y el blog: escribiradrede.

La cosa tiene tintes, para mí, subrealistas. De entrada se expulsa a los voluntarios que llevan el taller, supongo que para acallar la libertad de expresión y dejar claro quien tiene las llaves, para a  continuación anunciar a los penados la contratación de un monitor para continuar las actividades. Y lo más divertido es que los CAMF son los únicos centros penitenciarios en los que los penados pagan y la cosa parece que viene de la representación de “Aquí no paga nadie”, de Darío Fo.

Perfecto, un pellizquito al magro presupuesto del centro y se toman las riendas del medio de comunicación y se sella la línea de pensamiento. Jo, si me parece estar viendo la noticia del cese de Pedrojota. Me pregunto si se permite la entrada de los voluntarios que llevaban el taller de escritura o el alcaide les ha retirado la credencial y dado órdenes para que no tengan contacto con los adredistas. Creo que la petición en Change.org no está dirigida al lugar más conveniente, el director del IMSERSO,  porque en 2006 fueron secuestrados en la sede del IMSERSO los cascaos del FVI que pretendían encerrarse. Ni a los diputados del Congreso que se personaron en el lugar se les permitió el contacto con los secuestrados. Del incidente hay testimonio en el mismo diario del Congreso de Diputados, de 5 de octubre de 2006: “Lo hacen después de haber vivido entre todos el lamentable espectáculo que se dio en el IMSERSO con el encierro de los miembros del Foro de Vida Independiente, maltratados por la Administración General del Estado en ese encierro; difícilmente justificable desde una opción progresista.”

La verdad es que yo, después de una semana rodando en la web la petición en Change.org, creía que contaría con apoyo superior a los 250 escasos que tiene. Pensaba que los profesionales de los medios de comunicación habrían acudido en tropel en apoyo de los penados y que en las puertas se habrían encontrado con los escritores, todos ellos en defensa de la libertad de expresión y de la creación literaria. Hasta a Montoro me imaginaba colgado del teléfono pidiendo explicaciones del porque una labor que se cubría sin coste alguno, la que hacían los voluntarios del taller de escritura, se convertía en un coste para las mermadas arcas que financiamos a base de sacrificios, voluntarios o forzados, todos los españoles.

Para leer la petición de apoyo, basta con poner: “Revise el irregular procedimiento  disciplinario” en el buscador de internet y aparece. El suscribirla o no es cuestión que queda a la decisión de cada cual después de haberse informado.

Como leo a menudo: “No digáis que agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía.” Y adredistas, porque sabido es que grandes autores cascaos han sido reos.