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Opinión
Etiquetas | Cristianismo originario | OPINIÓN

¿Qué enseñó Orígenes, el maestro de la antigüedad?

Las iglesias dicen que en el cristianismo originario no se enseñaba la reencarnación
Vida Universal
martes, 13 de mayo de 2014, 08:09 h (CET)
Frecuentemente se califica a Orígenes como el cristiano originario más conocido de su tiempo. ¿Pero quién fue Orígenes y qué enseñó sobre la reencarnación? Orígenes y su enseñanza se cuentan como pertenecientes al cristianismo originario. Según esta enseñanza todos los seres racionales tienen su origen en Dios y son eternos, ¿por qué? Porque Dios es eterno. Orígenes enseñaba que las almas ya existían antes de encarnar en un cuerpo, y esa es la condición más importante para el hecho de la reencarnación. Orígenes enseñó también que todas las almas regresarán a Dios, su Padre. Pero contrariamente a esto las iglesias, hasta el día de hoy, dicen que en el cristianismo originario no se enseñaba la reencarnación. Y también niegan que todas las almas puedan regresar de nuevo a Dios, negando tambien la preexistencia del alma. En realidad a la reencarnación sólo se la puede calificar de un don de misericordia.

Orígenes, el maestro cristiano originario de la antigüedad, que divulgó la enseñanza de Jesús de Nazaret, habló de ello exhaustivamente, aunque en la actualidad sólo se conserven fragmentos de su enseñanza. En el siglo III d.C. escribió que los judíos de Jerusalén, con los que Jesús hablaba en Su tiempo, conocían la reencarnación. Siendo Orígenes quien, de entre todos los seguidores de Jesús de Nazaret, más claramente explicó la enseñanza de la preexistencia del alma.

Hoy sabemos a través de la profecía para el tiempo actual que cuando antaño, en un tiempo inimaginablemente remoto, los hijos de Dios se apartaron de Dios, cayeron desde los mundos puros a mundos inferiores. En este proceso, conocido por algunas religiones y culturas de todo el mundo como La Caída, se fueron formando diferentes peldaños, diferentes planos, y estos planos que cayeron desde el mundo puro los denominamos ámbitos de purificación. Son por tanto peldaños de regreso que tiene que recorrer el alma en su camino de regreso al Padre. Peldaño tras peldaño se regresa al Hogar eterno, a Dios.

Estos peldaños son peldaños energéticos que contienen poderosos sistemas solares de sustancia sutil, también partes de planetas de la Existencia eterna, que son más bastos que el Reino de sustancia absolutamente sutil. Por esa razón los denominamos también planetas de purificación o peldaños de purificación de sustancia sutil. Cuando el alma aún no es absolutamente perfecta, es decir, de sustancia completamente sutil, tiende a ir correspondientemente a planetas que la atraen, y donde el alma tendrá temporalmente su lugar de estancia hasta que se produzca un grado mayor de purificación, es decir, más elevado. Entonces tendrá lugar el siguiente paso.

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