Estar soltero sale caro. Esta es la desoladora conclusión –al menos para algunos– a la que ha llegado el último informe de Acierto que, con motivo de San Valentín y el Día del Soltero ha analizado cómo afecta ser single a nuestro bolsillo y a nuestra salud. Una situación en la que actualmente se encuentran casi cinco millones de personas en nuestro país, según los últimos datos. La tendencia, además, va en aumento.
Así, y aunque la Constitución española niega la posibilidad de discriminar por estado civil o sexo, la realidad es bien distinta. Los solteros no solo no pueden beneficiarse de determinadas ventajas fiscales –como la tributación conjunta del IRPF y las bonificaciones en el impuesto de sucesiones en algunas comunidades– sino que pagan más por determinados servicios. Porque la oferta no está pensada para ser uno.
Vacaciones, seguros y vivienda; más caros Es el caso de los paquetes vacacionales, las habitaciones de hotel –que valen prácticamente lo mismo que una doble–, el alquiler de la vivienda –que deben asumir en solitario– y hasta la comida del supermercado. Aunque el precio sea idéntico para todos los clientes, son muchos los envases que obligan al consumidor a comprar de más. Con la comida a domicilio y los pedidos mínimos ocurre igual. Tampoco pueden disfrutar de ofertas 2x1 en gimnasios o similares.
Lo mismo ocurre a la hora de contratar un seguro de coche. Según las cifras que maneja el comparador Acierto.com, los solteros pagan un 34% más por su póliza. Sin embargo esto no tiene que ver tanto con el nivel de siniestralidad como con la antigüedad de sus vehículos: los solteros dan menos partes al seguro pero son propietarios de coches de más de 15 años en un 20,4% más de casos que los casados. Y solo el 12% tiene uno de alta gama.
En resumen, si bien el estado civil no es determinante por sí mismo, existen diferencias en las características asociadas a ambos perfiles –solteros y casados– que hacen variar el precio de la póliza.
Las consecuencias de estar soltero Pero, ¿cuáles son las consecuencias de todo esto? Entre otros, que los singles acaban el año con un patrimonio personal de 7.500 euros menos que los casados en la misma situación económica; y son los que más préstamos solicitan. También viven más estresados, no solo por su capacidad adquisitiva, sino porque deben asumir en solitario sus responsabilidades familiares. No obstante, están más conectados con sus padres y amigos.
En concreto, 9 de cada 10 solteros tienen estrés. Algo que incide directamente sobre su esperanza de vida, inferior a la de las personas casadas. También influyen sus hábitos: duermen menos –aunque mejor–, y beben y fuman más. A cambio practican más deporte y se mantienen en mejor forma física.
Los solteros viven menos que los casados, pero son más felices - El comparador de seguros Acierto.com analiza cuáles son los problemas de salud más frecuentes entre los solteros
El número de solteros en España no ha hecho más que crecer en los últimos años. De hecho, este estado civil ha dejado de ser un estigma y son muchas las empresas que ya ofrecen servicios personalizados para este segmento de población: desde ofertas de ocio hasta tarifas especiales de telefonía.
Sin embargo, hay un día al año en el que las personas solteras pueden sentirse excluidas; el Día de San Valentín. Con motivo de esta fecha, el comparador de seguros Acierto.com ha querido respondonder a esta cuestión: ¿qué es mejor, estar soltero o casado?, ¿y desde el punto de vista de la salud?
Los solteros viven entre 8 y 17 años menos que los casados Así, las cifras a las que ha tenido acceso el comparador de seguros de salud indican que la esperanza de vida de los singles es menor. En concreto, viven entre 8 y 17 años menos que los casados. Además, las personas solteras tienen un 28% más de posibilidades de fallecer por una enfermedad cardíaca. Las casadas, en este caso, tienen un 50% menos de riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad cognitiva, como la demencia o la amnesia. El problema se acentúa si la soltería es fruto de un divorcio, especialmente en los hombres.
Divorciarse también incrementa el riesgo de padecer obesidad, diabetes, episodios cardiovasculares y hasta un accidente cerebrovascular. Algo que afecta en mayor medida a los varones y que podría estar relacionado con los hábitos de vida de las personas sin pareja, cuyo consumo de alcohol y drogas suele ser superior.
Otro de los datos llamativos tiene que ver con el estrés: hasta 9 de cada 10 solteros lo sufre. La cifra podría estar estrechamente relacionada con la capacidad adquisitiva de este estado civil, cuyos miembros acaban el año con un patrimonio casi 8.000 euros inferior al de sus homólogos casados. También tienen mayor tendencia a tener depresión y el índice de suicidios entre ellos es superior.
Dados los riesgos, contratar un seguro de salud se postula como una opción interesante. Este tipo de pólizas les permitirán acudir a un amplio cuadro médico de profesionales de diferentes especialidades sin tener que esperar los tiempos propios de la Seguridad Social. Además, la mayoría de estas pólizas cubren las visitas al psicólogo y el psiquiatra (con los límites establecidos en el condicionado).
La parte positiva: los solteros hacen más deporte y son más felices En contrapartida, la investigación revela que las personas solteras son, en general, más felices. Esto se debe, en parte, a la autosuficiencia que caracteriza a la soltería, que otorga más posibilidades de desarrollarse personalmente y reduce muchas emociones negativas propias de las parejas infelices.
Esta autosuficiencia implica que los solteros tienen más tiempo libre para invertir en sí mismos; tiempo que emplean –entre otras cosas– en hacer deporte. Esto les lleva a pesar, de media, 2,3 kilogramos menos que las personas que tienen pareja, lo que también repercute de forma beneficiosa en el autoestima de los solteros. Cosa que puede tener premio en el seguro de salud. Algunas entidades premian a sus clientes más activos y, de hecho, estar sanos nos ahorrará las preexistencias y nos facilitará el acceso a la póliza.
Estas personas establecen vínculos más fuertes con sus padres, amigos, vecinos o compañeros de trabajo. Es importante comentar, asimismo, que los matrimonios infelices son capaces de generar grandes dosis de estrés y malestar que, como no podía ser de otra manera, acaba repercutiendo en la salud de los afectados.
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