Las trece compañías lácteas más grandes del mundo provocan casi las mismas emisiones de gases de efecto invernadero que toda España, según un informe del Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP) de Estados Unidos.
Las emisiones de las grandes empresas lecheras aumentaron de 306 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2015 a 338 millones de toneladas en 2017, según esta investigación. Para hacernos una idea, las emisiones anuales de CO2 de toda España son de 332.8 millones de toneladas al año, según datos del Gobierno estimados para 2018. El análisis muestra cómo está creciendo el impacto de esas trece empresas en la crisis climática, con un aumento del 11 % de las emisiones en los dos años posteriores al acuerdo de cambio climático de París de 2015.
El informe también afirma que, durante la última década, el crecimiento de las grandes empresas lácteas ha forzado la bajada de precios de la leche por debajo del coste de producción durante, lo que ha provocado una crisis en los medios de vida rurales y ha hecho que los pequeños ganaderos requieran de subvenciones para mantenerse a flote. El informe recomienda que se introduzcan topes de producción para proteger tanto el clima como los pequeños agricultores.
El informe sobre leches vegetales, publicado el año pasado por ProVeg International, encontró que un litro de leche de vaca necesita más de 22 veces más agua, aproximadamente 12 veces más tierra y emite tres veces más emisiones de gases de efecto invernadero que un litro de leche de soja. Otros tipos de leche vegetal como la avena y la leche de arroz son igualmente sostenibles.
El 43 % de europeos ya consume leches vegetales. Según un estudio de Nielsen, 1 de cada 4 hogares españoles ya consume leche de soja, avena o almendras. Cada vez hay alternativas vegetales a los lácteos disponibles en más supermercados. Desde bebidas a yogures, helados e incluso quesos a base de plantas.
“Este informe saca a la luz el verdadero coste medioambiental de la producción de lácteos. Se están centrando todos los esfuerzos para una transición ecológica en una transición energética, y necesitamos también hacer una transición alimentaria. Es necesario que las empresas lácteas de todo el mundo rindan cuenta de sus emisiones. Además, si Europa quiere apoyar un modelo alimentario sostenible, es necesario que revise las ayudas que otorga la PAC a la producción de leche y derivados. Además, a nivel nacional se pueden adoptar medidas que ayuden a los consumidores a escoger las alternativas más sostenibles. En España, el IVA de las leches vegetales es un 150 % más alto que el de la leche de vaca. Se debería reducir el de las leches vegetales, para incentivar el consumo de las opciones más respetuosas con el medio ambiente”, apunta Cristina Rodrigo, directora de Proveg España.
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