Cinco estrellas; para clasificar el evento que en pocas horas hará que por lo menos media España se quede quietecita en su casa frente al televisor o para que se pongan los bares hasta la bandera, es poco. Como tal son veintidós las estrellas que saltarán a las 20 horas al césped del Santiago Bernabéu para luchar o defender un título que todo el mundo tilda de menor, pero que nadie quiere dejarse arrebatar. Por un lado, la conjura madridista típica de estas ocasiones donde la palabra remontada se ha hecho eco y no para de resonar desde que el pasado miércoles, en el Vicente Calderón, a los blancos les bajara los pantalones un todopoderoso Atleti mucho más concentrado y preparado para asumir los riesgos y todos los “beneficios” de un derbi madrileño. Eso sí, en su casa, que parece que en terreno más que conocido cualquiera se siente mucho mejor. Hoy, poco más de una semana después y con la batería más cargada, con la resaca de las navidades ya olvidada y con todo un nuevo Balón de Oro en lo más alto de su carrera, parece que todo es posible y que el escenario, que ya viste de gala para el partido de hoy, puede vibrar y cantar todos los goles que se proponga. Siempre he sido bastante clara con el tema de mi inclinación deportiva, cada uno vive, disfruta y sufre con sus colores desde el respeto y la tolerancia correspondiente. Y no soy muy amante de estar predicando siempre las bondades del club de Concha Espina. Pero hoy me apetece contribuir a su causa. A ese grito de Uhhh y del todo es posible. Porque creer y querer es poder y me apetece pensar que hoy, el Real Madrid se dejará de tonterías, de individualismos, de burdos comentarios y que afrontará el encuentro con garra y con decisión. Porque los hat-trick están de moda y porque con un toque de atención en este 2015 ya es suficiente. Llevan una temporada de matrícula y ese tipo de notas cuesta ganarlas, pero mucho más mantenerlas. Un equipo de altura, debe responder como tal y no hay excusas que valgan ante una afición difícil que quiere ver pelear a sus estrellas. Y ya por el otro lado, el resultado más que amable que lleva al Bernabéu el equipo del Manzanares. El Atleti salta al terreno de juego con un marcador más que positivo para poder llevarse finalmente el gato al agua, pero ante un derbi y siguiendo la filosofía del “Cholismo” no creo que ninguno de los jugadores salga amedrentado ni confiado. Se plantea un choque de altura y nadie está dispuesto a ceder en absoluto. Y eso es lo bonito de este deporte. Que todo esto suceda sin incidentes y sin malos episodios, donde únicamente este fútbol frenético, de altura y de cinco estrellas brille más que nunca en una noche donde espero que termine como ya os imagináis ;)
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