“Coletas, cambia de camello, que te hace soñar gilipolleces”, decía un ciudadano al escuchar hablar a Iglesias del horizonte republicano de España. Unas declaraciones que suenan a golpe de Estado y que únicamente se pueden hacer en un país donde hay plena libertad de expresión y de actuación, a pesar de quienes pretenden cercenar esas y construir una forma de vida a la venezolana; es decir, con hambre, miseria, control de la población, violaciones arbitrarias, persecuciones y asesinatos por discrepar. Ni siquiera eso sería una república en el estricto sentido político aunque sí lo sería en concordancia con la sexta acepción del DRAE: “Lugar donde reina el desorden” en sentido irónico.
No está de más recordarle al vicepresidente segundo que el derribo de la monarquía es una forma de tapar sus lacras, corrupciones y oscuro pasado que ha llevado a la DEA a acorralar su trasnochado comunismo. Si para su formación es “una de las tareas” acabar con la monarquía que votó el pueblo español inmersa en la Constitución, el mismo derecho tiene la ciudadanía a acabar con esa formación por vía democrática y toda su corrupción por vía judicial. La política es el arte de lo posible por eso hay que impedir a toda costa caer en la represión, el odio y la violencia de las sociedades bolivarianas.
Mal situada está su banda para reclamar lo que ahora reclama, por eso no hay duda de que son ‘bombitas’ de humo para tapar sus propias cloacas y las cloacas mediáticas de sus más próximos: resulta que quien echó en cara la cal viva a Pedro Sánchez, parece bendecirla desde que está en la bancada azul y su banda pasea por la alfombra roja. ¡Maldita hipocresía la que genera en el ser humano la sensación de creerse algo! Durante la pandemia no fue capaz de poner freno a miles de muertos que le serán recordados mientras viva y su gestión nefasta y patética está más cercana al abandono que a la preocupación.
Muy mal profesor de ciencia política ha sido si no sabe que para llegar a donde propone, y descomponer España en pequeños reinos de taifas comunistas, debe empezar por llevar al Congreso una propuesta en condiciones para eliminar el estatus del actual jefe del Estado. Además hay que meditar cómo se desmontan los cuerpos policiales, Guardia Civil, ejército, Judicatura,… Menos propaganda desinflada y más acción que, sin duda, provocará reacción. “El teatro no se hace para contar las cosas sino para cambiarlas”, en palabras de Vittorio Gassman.
Cuando pone sobre la mesa “la necesidad de que España avance hacia una nueva república", me gustaría saber si eso lo piensa él o se lo han contado porque yo le veo en videos no muy lejanos donde solo le faltaba hacer la genuflexión ante el actual rey y ante la antigua Caja Madrid por la ayuda económica que recibió. Y del mismo modo compruebo que sigue acudiendo a recepciones con el rey para besar la alfombra roja y “jura” cumplir y hacer cumplir la Constitución, al igual que lo hicieron sus adláteres de los ministerios de Trabajo, Cultura, Igual-da, Consumo… ¡Cuánta hipocresía en tan poca cosa!
El mensaje transmitido por el “marquesito” en “su” Consejo Ciudadano Estatal es humo; es decir, bombas fétidas para alejar a los curiosos e impedir que se indague en su albañal. Todo le sale al revés. Los primeros en darse cuenta han sido los gallegos que, aprovechando las elecciones autonómicas, han dicho “esta ideología porquera no nos sirve y no le sirve a nadie”. Unidas Podemos no tiene más recorrido. Tan solo en la calle pretende hacerse notar y es el lugar donde, precisamente, hay que darle batalla sin cuartel.
Siento vergüenza cuando escucho que “avanzar hacia la república es profundizar en la democracia española”. ¿Y eso de construir alianzas? ¿Se refiere a las ya trazadas con la banda terrorista vasca, el independentismo, el golpismo y la insensatez de partidos satélites con una estrella apagada? ¿A qué gaznapirez se refiere, señor “marquesito”? Me sorprende ese “hay que trabajar” para llegar a ese horizonte. Como espere a que trabaje su tropa… ¡Qué sabrán el “marqués” y toda su tropa de lo que es trabajar!
Si Iglesias llega a esas afirmaciones es porque hay que tener en cuenta el momento de crisis en que se encuentra Unidas Podemos. Los acontecimientos pendientes van a dividir a la formación y la documentación que aporte el emérito puede ser brutal para ese comunismo reaccionario de ultraizquierda que es lo que representa el irónico titular del marquesado. La ignorancia de este profesor de CC. Políticas es tal que no se acompleja cuando dice que “tanto la crisis económica y territorial de España se solucionaría o, al menos se encauzarían, cambiando Monarquía por República”.
Se supone que estará convencido de que con una libra de chocolate y un cantero de pan por persona se acaba el hambre en el mundo. ¿Hay derecho a que la ciudadanía tenga que soportar tantas mediocridades? Los socios de Gobierno del PSOE ya están hartos del ataque a la monarquía de Felipe VI. ¿Sabrá este aprendiz de político que la soberanía radica en el pueblo español?
Sinceramente, empiezo a dudarlo. Con la que está cayendo, tiene suerte de que estamos en democracia porque en una república le hubieran tapado la boca al segundo intento. ¿Acaso no se la taparon a Calvo Sotelo desde la izquierda socialista en la república? Ya se empieza a pensar que “acabar democráticamente con Unidas Podemos es tarea fundamental de los españoles” pero, a la vista de los acontecimientos, acabarán ellos con ellos mismos. Por eso no es malo que Unidas Podemos siga en caída libre.
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