El Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, a través del Grupo de Urgencias, Emergencias y Catástrofes, ha elaborado este documento con el objetivo de reflexionar sobre las consecuencias psicológicas que se puedan desarrollar ante esta apertura vital y por ende, que el impacto psicológico que pueda provocar sea lo menos perjudicial posible aportando pautas, herramientas y estrategias eficaces de afrontamiento para esta nueva situación.
Durante el periodo de confinamiento, nos hemos visto obligados a convivir con la incertidumbre ante una situación que hasta ahora nos era desconocida; el estrés, la ansiedad y el miedo ante la amenaza que pudiera representar; la indefensión ante la dificultad para dar una respuesta eficaz a la misma; el enfado por querer o entender que podíamos hacer las cosas de otra manera más beneficiosa; la tristeza por las pérdidas que hemos ido acumulando etc.
Así, habrá personas que durante este tiempo de confinamiento hayan descubierto capacidades que hasta ahora no conocían o no sabían que tenían: de adaptación a nuevas situaciones, de autocontrol, paciencia, empatía, gratitud, solidaridad... muchas de ellas reflejadas en actos de apoyo y ayuda a los demás.
El nuevo escenario de desconfinamiento que se inicia ahora supone nuevos retos, pérdidas y por qué no, también ganancias, que hemos de saber afrontar eficazmente para que la vuelta a la normalidad se produzca del mejor modo y lo antes posible. Nos encontrarnos con una situación nueva en la que debemos aprender a vivir y convivir, con el miedo y la incertidumbre que ello conlleva: realmente ¿cambiarán nuestras costumbres?, ¿cambiarán nuestras relaciones?, ¿cambiará nuestro sistema?, ¿cambiaremos nosotros?
Desde el aspecto psicológico son muchas las variables que debemos tener en cuenta, para que dicha adaptación sea lo menos traumática posible, y por tanto lo más positiva en todas las áreas vitales que desarrollamos. No debemos olvidar que el ser humano es biopsicosocial, por lo cual la adaptación no será la misma e igual para todos, va a depender de esas diversidad y amalgama de variables: aspectos de la personalidad, resiliencia, entorno, fortalezas, educación, contexto social, familiar, cultural, etc.
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