Editorial Kolima publica El manuscrito Ochtagán, escrito por Julián Gutiérrez Conde, un libro en el que reflexiona sobre la felicidad y otras cuestiones que plantean la sociedad actual, pero desde un prisma diferente, más oscuro incluso, porque sitúa al lector al otro lado del espejo para afrontar su lado más negativo. El protagonista de El manuscrito Ochtagán es J. Walterson, “Waltcie”, un viejo amigo del autor, que le entregará en sus últimos momentos de existencia un legajo cuyo nombre es “Manuscrito Ochtagán”, un relato de la aventura que el propio Waltcie ha vivido en esos últimos días y que parece que es la que finalmente le ha costado la vida.
Así, a través de lo que parece una historia amable que transcurre por las misteriosas tierras y los bellos acantilados irlandeses, Julián Gutiérrez Conde nos conduce hacia una serie de hechos en los que, sin saber muy bien cómo, el lector se encuentra discutiendo y peleándose con un hilo argumental que desasosiega, que viola su ética y que conmueve hasta el alma.
El manuscrito Ochtagán es un «libro maldito» que destapa las oscuras simas donde se esconde el Mal, muy a menudo disfrazado de la más alta bondad y de los conceptos más sublimes y solidarios, y hábilmente utilizado por los poderosos de todos los tiempos para conseguir sus fines empleando las más maquiavélicas estrategias, que aquí se desvelan.
Julián Gutiérrez Conde nos lleva a ese otro lado en el que cada uno ha de afrontar el negativo más genuino de su ser, el retrato más negro y desolador de su propia realidad, y recorrer en solitario los vericuetos más tenebrosos de sus sentimientos y de su conciencia.
El manuscrito Ochtagán coloca al lector al borde del abismo y le hará reconsiderar y cuestionar mucho de lo que le han enseñado y de lo que le están contando. Julián Gutiérrez Conde realiza una reflexión imprescindible e ineludible en tiempos dominados por una alta dosis de manipulación como los actuales.
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