Ciertamente, el libro de Andrés Pascual titulado Incertidumbre positiva nos enseña que el azar forma parte de la vida y es algo inexorable. El dinamismo de la propia existencia es algo que no podemos controlar. Sin embargo podemos usarlo a nuestro favor, sin ninguna duda. Como escribe Andrés «De nuestra boca salen una media de setenta y cinco mil palabras al día, muchas de ellas con connotación negativa».
El poder de las palabras es muy notable y por eso los procesos de comunicación hablada y escrita son esenciales en la convivencia humana y en la sociedad. La psicología cognitiva analiza las funciones cerebrales que hacen posible las conductas racionales humanas y todas las capacidades que nos caracterizan como sujetos pensantes.
A mayor inteligencia es evidente que se tolera mejor un mayor nivel de incertidumbre, ya lo decía un filósofo de la talla de Kant. Indiscutiblemente, el coraje y la valentía en la vida son algo esencial para disponerse a poner en marcha nuevos proyectos y planes.
En definitiva, las metas vitales y los propósitos que tiene cualquier persona se cumplen o se llevan a término con determinación y con energía y especialmente desde una confianza plena en la propia inteligencia y en los conocimientos que se tienen.
Frente a los azares y circunstancias cambiantes de la existencia está la fuerza de voluntad de cada individuo. La libertad no puede ser eliminada por la intransigencia o el fanatismo de nadie.
En este sentido, el autor de este libro nos muestra a lo largo de las páginas del mismo de que es preciso luchar por nuestros sueños y por la felicidad. En el proceso de salir de las zonas más confortables del vivir está realmente lo mejor y más provechoso para cada persona, si así lo quiere.
La diversidad y el debate son algo enriquecedor y ser tolerante, por lo menos hasta cierto límite, impulsa una vida más interesante y positiva en un sentido amplio.
Los grandes logros se consiguen en muchos casos con pequeños pasos diarios. Las agresiones del entorno pueden ser superadas con una actitud firme y con calma sabiendo que lo negativo nos hace más resistentes y fuertes.
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