Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | PGE | PResupuestos | Gobierno de España

Alarmas ante el proyecto de ley de los PGE

Unidas-Podemos, como miembro de la coalición, también alarma. Su alarma no inesperada como la que produce el PSOE, porque sus principios comunistas son conocidos
José Luis Heras Celemín
miércoles, 18 de noviembre de 2020, 12:06 h (CET)

El proyecto de Ley de los PGE es la propuesta, a las Cortes, de los partidos que sustentan al Gobierno para usar los ingresos del Estado. Suelen ser consecuencia de propuestas electorales. Pero, en el caso del proyecto de Ley que tramita el gobierno de coalición, esas propuestas, además de tener en cuenta las ofertas de cada partido, han de rendir vasallaje a dos hechos posteriores a las urnas y ajenos al electorado: Los pactos entre coaligados (PSOE-UP). Y las alianzas con los grupos que apoyaron o permitieron la investidura del Gobierno. Como los pactos y alianzas no se conocen, porque el secreto convenga a quiénes los suscribieron o porque sean inconfesables, es importante el

Proyecto de Ley de los PGE. Para detectar las alarmas que aparecen con ellos. Y por lo que puedan producir. 


En principio veamos las alarmas que aparecen entre los coligados.


El PSOE, desdiciéndose en algún caso de sus afirmaciones (Sánchez digo no dormir tranquilo con Iglesias en el Gobierno y no pactar con independistas), tras acceder al Gobierno en virtud de unos pactos de coalición, aparece proponiendo unos PGE con una ministra de Hacienda más empeñada en buscar broncas que consensos. Porque sería absurdo entender que esto se debe a la ministra, debe deducirse que la bronca es buscada. El PSOE, con Sánchez al frente, ha decidido el enfrentamiento. Esa es la primera alarma, la más notable, ante una pandemia incontrolada y a las puertas de una crisis. Puede ser consecuencia de unos pactos de coalición inexplicados; la secuela de compromisos para la investidura; o algo mucho más grave. Obviemos los pactos de coalición PSOE-UP, evitemos (sin excusar) los acuerdos para hacer a Sánchez presidente de Gobierno, y detengámonos en lo más grave: Lo que, en el peor de los casos, quiebra la paz y prosperidad sociales, pone en peligro el Estado de Derecho, y rompe con nuestro sistema político, por sorpresa, al margen del electorado (incluido parte del electorado socialista), acaso buscando unas metas revolucionarias, que, aunque alguien las pretenda porque sepa a qué conducen, en democracia, si no las admite el pueblo, son impropias. Porque lo cierto es que el PSOE, al margen de la sociedad, ha presentado un proyecto de PGE que alarma: Porque no administra con cordura los recursos del Estado, porque impide la anuencia del frente constitucionalista que rechaza, y porque reniega de la postura que tenía.


Unidas-Podemos, como miembro de la coalición, también alarma. Su alarma no inesperada como la que produce el PSOE, porque sus principios comunistas son conocidos. Es una alarma lógica, consecuencia de sus intenciones: Quiebra del statu quo. Sustitución de la Monarquía parlamentaria por una República por definir. Sustitución del Estado de las Autonomías por una confederación de territorios. Y el conjunto de propuestas revolucionarias que surgieron entre los Indignados del 15-M.


Porque la alarma que provoca UP inquieta, veamos algunas de sus características: Es menos trascendente que la produce el PSOE porque tiene menos respaldo social. Sus afiliados parecen andar a la greña. Sus votantes y simpatizantes van en descenso. Y, aunque superaran las quimeras con sus convergencias, mareas y asociados, para conseguir sus objetivos (ocultos o no), necesitan el soporte socialista. Por eso, la alarma UP solo importa si la apuntala el socialismo. Sin el PSOE, UP solo es un grupo radical que puede generar conflictos, movilizar a sus bases, organizar alguna algarada, o impulsar huelgas apoyándose en sindicatos afines. Nada más.


Además de las que aparecen en el núcleo de la coalición de Gobierno, existen otros dos tipos de alarmas: Grupales o Individuales.


Las primeras, de los grupos de diversa ideología y condición que tratan de destruir la unidad del Estado, modificarla o aprovecharla para sus fines. En sí mismas, como su importancia depende de los apoyos puedan conseguir, merecen atención. Como continuación del proceso destructivo iniciado hace años que ahora, a diferencia de entonces, cuenta con el concurso confeso de una clase política que ha cambiado el sentido patriótico de Azaña en plena guerra civil, (“Si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco”) por las intenciones de Pablo Iglesias, dichas en una herriko taberna vasca a un auditorio abertzale (“cuando os independicéis no nos dejéis solos con los españoles”); por los flirteos de la coalición Catalunya en Comú, de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, con la Candidatura de Unidad Popular (CUP) que pretende la ruptura con el estado español; o por los afanes separatistas conocidos de vascos (PNV, EA, Geroa Bai, EH-Bildu…) y catalanes (ERC, JuntsxCat, Cataluña en Comú, CUP…).


Como otras alarmas notables, además de las vistas en PSOE y UP y con mayor peligro, aparecen los sobresaltos debidos a la postura y condición individual de quienes comandan el Gobierno de coalición: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ambos, con un patriotismo sui generis, dependiendo cada uno del otro, utilizando a sus formaciones políticas a su antojo, sojuzgando a sus conmilitones, y sin otras perspectivas personales que el hacer político, hacen recordar la fábula de la rana que cruza el río con un alacrán a cuestas. Sean Sánchez o Iglesias alacrán y rana, o viceversa, para tratar de ver lo que pueda ocurrir con ellos conviene saber que el río que supone la pandemia y las crisis, este río, que gobiernan mal o no gobiernan, puede arrastrarnos. A todos. 

Noticias relacionadas

Cuando Zapatero dejó de proteger a unos cuantos de “su club de la ceja” ocurrieron cosas como que Joaquín Sabina –ese cantante rojo confeso y vividor fiel y multimillonario que ningún padre querría para su hija– estuvo en el punto de mira de Hacienda por un presunto fraude fiscal. «¿Tú también?», se preguntó en ese momento la izquierda progre. Y no sólo él, también estuvieron señalados otros como Serrat, J.J. Vázquez o Bardem...

El cristianismo posee una influencia filosófica derivada del platonismo y el aristotelismo y también del neoplatonismo. Si pensamos, por ejemplo, en teólogos y filósofos de la categoría de San Agustín y Santo Tomás de Aquino. La doctrina cristiana se expresa además como la manifestación de la inquietud del corazón humano o, lo que es lo mismo, como señal de su vocación al infinito.

El miedo es un cúmulo de sensaciones bruscas y ásperas, provocadas por una inminente amenaza que todos los humanos, unos más que otros, tenemos una aversión enorme, y cuando vemos el peligro, nos retiene en nuestros sentidos todas estas sensaciones, una desconfianza enorme y difícil de descifrar, dejándonos aturdidos y confundidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto