Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Palabras Erectas

Cuando las barbas de tu vecino…

Tras la victoria de Syriza en Grecia, la UE no volverá a ser lo que fue. Merkel debe recordar que en 1953 se le perdonó a Alemania el 62% de su deuda
Rafa García
lunes, 26 de enero de 2015, 08:12 h (CET)
“Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”. Es algo que hoy podemos decirle a Angela Merkel, a la troika, al Partido Popular y también al PSOE. Por muy prepotentes que quieran mostrarse la cancillera alemana y la troika, resulta evidente que con la victoria de Sryza en Grecia, las reglas del juego comienzan a cambiar.

La Unión Europea no volverá a ser lo que fue. Hacía ya tiempo que todo el mundo barruntaba lo que ayer podía ocurrir; incluso las élites gobernantes de Berlín y Bruselas. Se había faltado tanto al respeto de los griegos y menoscabado de tal manera su dignidad, que esta vez no han funcionado ni el miedo, ni las amenazas. La pulsión de cambio flotaba en el ambiente y por ello han sido tantos los periodistas extranjeros desplazados hasta Atenas con motivo de estas elecciones.

Aunque Alemania se resistirá al cambio, al final no le quedará más remedio que claudicar, porque es más que probable que lo de ayer tenga efecto contagio en otros territorios europeos. Por ejemplo, en España.

Ya es hora de que Merkel abandone el papel de señorita Rottenmayer y de que haga un poco de memoria histórica; ésa que le llevará a recordar el Acuerdo de Londres de 1953 por el que 25 países acreedores aceptaron una quita del 62% de la deuda acumulada por los alemanes a raíz de las dos guerras mundiales. La reconstrucción germánica no hubiera sido posible sin la generosidad de esas 25 naciones, entre las que se encontraban Grecia y España.

También deben poner sus barbas a remojar Mariano Rajoy y el Partido Popular. Como ha quedado acreditado en Grecia, una vez que se rebasa el umbral del sufrimiento soportable por la ciudadanía, la propaganda deja de ser efectiva. Mucho más cuando un presidente del Gobierno se ve obligado a huir de un fantasma apellidado Bárcenas, o de unos cuantos casos de corrupción que le acechan y que han acabado por carcomer a su partido.

Cuando ocurren estas cosas resulta muy complicado abarrotar plazas de toros y polideportivos, máxime cuando ya no se puede disponer de la espléndida infraestructura que facilitaban sujetos tan gürtelianos como ‘El bigotes’, aquel “amiguito del alma” del ex presidente valenciano, Camps. La impotencia del PP puede acabar tornándose en dolor, sobre todo al ver cómo Podemos y Pablo Iglesias llenan en Madrid, Barcelona, Sevilla e, incluso, en la sacrosanta Valencia de Rita Barberá.

También tiene que tomar nota el PSOE de lo que ayer ocurrió en Grecia. Es posible que tras las Elecciones Generales le lleguen innumerables presiones internacionales para que, si salen los números, se integre en una gran coalición que impida el acceso al Gobierno de Podemos (si finalmente gana). Grecia es el mejor espejo en el que los dirigentes socialistas pueden mirarse para vencer tamaña tentación; en 2012 el PASOK pasó por el aro y ayer quedó reducido a la mínima expresión. Así que vuelvo a recurrir a la sabiduría popular para sentenciar que “cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”

Noticias relacionadas

“No vengo a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganarle”. La frase de Alberto Núñez Feijóo a principios de marzo de 2022, cuando los barones del PP se cargaron a Pablo Casado, es tal vez la mayor mentira en la política española desde el 11M. La campaña por derribar, al precio que sea y de las maneras que fueran, al presidente del Gobierno no tiene precedentes en la política española.

Para Pedro Sánchez, las víctimas de Paiporta y los voluntarios que se volcaron con el desastre de la localidad «son unos violentos marginales». No se imagina el presidente cómo llamamos a los psicópatas que han mostrado dejadez ante esta tragedia, además de pretender sacar rédito político al sufrimiento de los habitantes de la mencionada localidad.

Cuando en plena pandemia Donald Trump sugirió tratar el coronavirus inyectándose desinfectante y luz solar, me acordé de toda la fauna que conocí en el bar que mis padres tuvieron y donde me crie. Allí, como el expresidente de los EE.UU., los clientes sabían de todo, algo que, a mí, muchacho observador donde los hubiera, me fascinaba.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto