El camino para alcanzar la neutralidad de carbono propuesta por los países europeos para el año 2050 sigue su curso y con él, los objetivos de transición energética. Eurostat, Oficina de Estadísticas de la Comisión Europea, ha publicado ya los datos de consumo del año 2019 -para los de 2020 habrá que esperar a finales de este año- con los que España se sitúa 1,6 puntos por debajo de su objetivo en el consumo de renovables, fijado hace diez años. Esto quiere decir que alcanza un 18,4% en el consumo de renovables, muy cerca de su objetivo del 20%. A la cabeza de esta misma tabla se sitúa Suecia, que superó su objetivo del 49% hasta alcanzar un 56,4%, seguido de Finlandia, que llegó a un 43,1%, también sobrepasando su objetivo del 38%. Pero además de la producción de renovables, los gobiernos europeos han comenzado a llevar a cabo políticas para el ahorro en el consumo energético, como es el caso de medidas para el fomento de termostatos inteligentes en los hogares, una política con la que se persigue la transición energética también en la calefacción y que ha ido ganando peso en el último año en pro de los objetivos climáticos y del ahorro y confort de los consumidores.
La calefacción y la refrigeración de edificios e industrias representan la mitad del consumo energético de la UE. En los hogares europeos, de hecho, la calefacción y el agua caliente representan el 79% del uso total de energía final (192,5 Mtep). Por eso, para reducir ese gasto, existe una gran variedad de medidas en los distintos países que van desde programas de subvenciones, hasta bonos y leyes. El gobierno del Reino Unido es uno de los pioneros en la promoción de termostatos inteligentes. Tanto es así que este anunció los llamados Green Homes Grant, una iniciativa con la que propietarios y arrendadores pueden reclamar hasta 10.000 libras para instalar medidas de eficiencia energética como los termostatos.
En otras partes de Europa, también han entrado en vigor otras iniciativas: en los Países Bajos, los propietarios y ocupantes de una vivienda pueden solicitar una subvención de 120 euros para termostatos inteligentes y en Bélgica se reparten vales ecológicos a los empleados. En Irlanda los propietarios de viviendas pueden solicitar la subvención de 700 euros para un sistema de control de la calefacción También Alemania hace más atractiva la compra de termostatos inteligentes al conceder a los propietarios de viviendas una deducción fiscal y ofrecer diferentes subvenciones.
Qué pasa con España Por su parte, la Unión Europea se han comprometido a aprobar una ley climática antes del mes de junio de 2021, por lo que se prevé la aprobación progresiva de diferentes medidas en favor de un país más verde, como es el caso de una mayor producción de energías renovables, la reducción de las emisiones o también el ahorro en el consumo a través de dispositivos como los termostatos inteligentes. Hasta el momento en España, distintos gobiernos regionales han aprobado algunas medidas para una mayor eficiencia energética, sin que se incluya todavía la promoción específica de estos termostatos para los hogares.
Los termostatos inteligentes están equipados con diversas funciones para garantizar que no se desperdicie el calor. Por ejemplo, la función Geofencing de tado° garantiza que la calefacción sólo se enciende cuando alguien esté en casa; o la Detección de Ventanas Abiertas, que utiliza cambios repentinos en la temperatura o humedad para detectar si una ventana ha sido abierta y apagar la calefacción. Así, los usuarios pueden beneficiarse del control individual de varias habitaciones para una mayor comodidad y ahorro.
Christian Deilmann, CPO y cofundador de tadoº, ha manifestado que "es muy positivo que los políticos hayan reconocido el valor de los termostatos inteligentes como alternativa para ahorrar energía. A diferencia de las medidas habituales para la eficiencia energética, como el aislamiento de las fachadas, el control inteligente de la calefacción no requiere una gran inversión inicial, ahorra hasta un 31% en costes de energía y se amortiza al cabo de uno o dos años.” Y ha añadido: “Estamos deseando que otros países apliquen medidas de subvención similares para reducir significativamente el consumo de energía."
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