Son más de 10.000 los corredores que suelen participar en los principales maratones de este país, y, al contrario de lo que ocurría años atrás, cada vez están más preparados, tanto físicamente como a nivel de conocimiento sobre todos los aspectos de la prueba, sin embargo, aún el 15% de los corredores que alcanzan la meta son atendidos por el servicio sanitario, médico, fisioterapeuta o podólogo.
De cara al Maratón de Sevilla, que se celebrará el próximo 22 de febrero con 11.000 participantes que recorrerán 42.195 metros, el director del Centro del Piel Siglo XXI y presidente de la Asociación Española de Podología Deportiva, Ángel de la Rubia, ha señalado en declaraciones a Europa Press que, de los corredores que abandonan la carrera antes de llegar a la meta, hay un porcentaje inferior al uno por ciento que tiene que ser atendido por urgencia médica.
Al menos, el cinco por ciento necesita atención de un podólogo (hay en torno a 60 profesionales del pie en la meta); aproximadamente el 15 por ciento corresponden a traslados hospitalarios; y la mayoría requieren únicamente un masaje, extirpar una ampolla, o quitar una hemorragia bajo sus uñas, entre otros remedios a males menores.
El especialista ha insistido en que antes de inscribirse a cualquier maratón hay que tener en cuenta una serie de factores. En primer lugar, es bueno someterse a una prueba de esfuerzo para comprobar si el aparato cardiovascular está en orden, así como a una exploración biomecánica del pie y la pisada, ya que "esto va a detectar la aparición de errores anatómicos que sean incompatibles con la carrera".
Además, es necesario prepararse físicamente a través de entrenamientos al menos durante los tres meses anteriores al maratón, a través de ejercicios en serie y estiramientos. En cuanto a la alimentación, ha incidido en la ingesta de hidratos de carbono, como pasta o arroz, durante las semanas previas, así como hidratarse y tomar glucosa desde horas antes de comenzar a correr, para mantener correctamente todos los niveles del organismo y "tener alimentado el cerebro".
Por otro lado, este experto hace hincapié en lo fundamental que es llevar zapatillas adecuadas ese día. "Un maratón son más de 3.000 impactos contra el suelo, lo que puede generar una cantidad de lesiones en la cadera, columna cerebral, rodillas, etc., si no se pisa bien". "Hay zapatillas para cada peso y para cada tipo de pie, y debe consultarse con el profesional el tipo de zapatilla que mejor se adapte antes de que llegue el día de la prueba", ha concretado.
En esta línea, De la Rubia ha apuntado que existen lesiones incapacitantes que, en caso de que el aspirante a correr el maratón las padezca, no puede inscribirse para participar. Estas son principalmente las producidas por una mala pisada, que son las ampollas; tendiditis como la fascitis plantar (dolor intenso en la planta del pie), o el síndrome de la cintilla iliotibial (dolor agudo en la cara izquierda de la rodilla); la periostitis tibial (molestia en la cara interna de la tibia); síndrome piramidal (dolor agudo en el centro del glúteo); o lumbalgia (dolor en la parte baja de la espalda).
¿QUÉ PROBLEMAS DE SALUD PUEDEN SURGIR DURANTE LA CARRERA?
Durante la prueba, en la que hay que recorrer más de 42 kilómetros, el podólogo ha explicado que los problemas suelen surgir en el llamado muro de los 30 kilómetros, punto en el que el corredor empieza a fatigarse física y mentalmente. Así, aparecen calambres y las piernas no responden debido a la falta de nutrición e hidratación, -y es que la mayoría corren el maratón durante más de cuatro horas-; y el cerebro deja de dar las órdenes precisas, por lo que muchos se marean y se caen al suelo.
A este respecto, recomienda que ante cualquier dolor incapacitante, situación de mareo o un calambre intenso lo mejor es parar, ya que "si se continúa pueden aparecer lesiones de mayor gravedad". De hecho, si el corredor se encuentra mareado debe ser atendido por el servicio de Urgencias, donde el médico le tomará la tensión y le dirá si debe ser remitido a su casa, quedarse en observación o acudir a un centro hospitalario cercano, -ya que puede tratarse de algo más grave, no de un simple mareo-. En caso de lesión, el fisioterapeuta suele realizar un masaje con gel analgésico o hielo, "que en muchas ocasiones posibilita que el corredor pueda seguir".
A la hora de dejar de correr (tanto si es por haber superado la meta como por haber abandonado), "lo aconsejable es seguir andando 100 metros para que se estabilicen las pulsaciones y vuelvan los niveles a la normalidad", ha advertido. Asimismo, hay que seguir hidratándose al menos dos horas después, tomar comida ligera y hacer una siesta reconfortante y/o un paseo relajado. "La semana siguiente hay que pasear pero no correr, ya la musculatura debe volver a su estado ideal", ha agregado.
AHORA LA "MODA" ES CORRER MARATONES
Según De la Rubia, se le ha perdido respeto al maratón, ya que en la actualidad todo el mundo quiere participar en ellos sin ser consciente de que es una prueba muy dura que exige demasiado esfuerzo. "En general hay una moda de correr, que es bueno, pero el problema está en que hay personas que no han hecho deporte nunca y de repente empiezan a correr sin tener en cuenta los riesgos, terminando con alguna lesión o enfermas".
En este sentido, el experto ha recordado que antes de empezar este ejercicio la persona debe acudir a un especialista para comprobar qué tipo de pisada tiene, y si se puede minimizar algún error o corregirlo, así como cuál es la zapatilla más adecuada para su pie, algo fundamental para que las lesiones no aparezcan o se vean reducidas.
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